Fundado en 1910

José María YturraldeDarío Ferragud

José María Yturralde: «El mayor éxito para mí sería poder seguir pintando y produciendo»

El artista visual y Premio Nacional de Artes Plásticas 2020 José María Yturralde hace un repaso por su carrera artística en una entrevista en la que explica su manera personal de entender la pintura y cómo cada concepto utilizado en sus creaciones da significado a su arte

Es Premio Nacional de Artes Plásticas 2020. Curioso desde niño, José María Yturralde entiende el arte como una forma de conocimiento. El Debate charla con él. 

–¿Qué entiende por arte?

–Para mí el arte es una forma de conocimiento, es una herramienta para acceder a él. Simplemente ocurre, nadie sabe cómo, surge como una iluminación.

–De joven, ¿se imaginaba que la pintura tendría un gran peso en su vida?

–Empecé de niño muy pronto y no era consciente de ello. Me gustaba dibujar, pintar, el mundo, la inquietud y la curiosidad. Yo proyectaba mi curiosidad con los dibujos y la pintura, como todos los niños.

–¿Cómo conecta el arte y la ciencia?

–Para mí el conocimiento humano, en general, y todas las disciplinas, poseen parte de un todo que es la sabiduría, el conocimiento, la cultura del ser humano. En el arte y la ciencia a veces encuentras paralelismos, concomitancias. Otras veces parece que se separan. El arte es más emotivo, más emocional, es una forma de conocimiento sentiente, mientras que la ciencia recurre más a la lógica y al orden.

–¿En qué se inspira?

–En el mundo, las personas, en lo que llamamos realidad. El arte también es una forma de entender la realidad, de acercarse a ella y explorar aspectos que no son tan visibles.

La historia del arte fundamentalmente, pero es todo, el comportamiento humano, las personas que te rodean, lo que crees que es. Me interesa cualquier tipo de historia, la del arte, del universo, de la humanidad, del mundo, la nuestra, todo. Evidentemente también he tenido muchos maestros dentro de la pintura, personajes como Rothko, por decir alguno.

Del vacío y lo sublime.

El arte es más emotivo, más emocional, es una forma de conocimiento sintiente, mientras que la ciencia recurre más a la lógica y al orden

–¿Qué sentido le da a sus obras?

–Lo que yo produzco tiene que ver con lo que puedo proyectar a partir de mis propias experiencias. Transmito preguntas, no respuestas. Lo que realizo no pretende describir nada, simplemente explorar el universo en el que estamos e iluminar a los demás. Es una cuestión muy básica y muy esencialista.

–¿En qué estado cree que se enmarca el arte que realiza? ¿Requiere de concreción o abstracción?

Me parece que le falta mucho a lo que yo hago. Quizá más abstracción, que sea más esencial, más despojado, más capaz de decirlo todo sin esfuerzo. No sé muy bien que le falta porque si lo supiera a lo mejor sabría cómo resolverlo. Yo sé que voy evolucionando, no sé si mejor o peor, tampoco tengo tiempo para detenerme… ¿pinto peor que nunca? Es lo que muchas veces pienso. Cuando inauguro exposiciones a veces me parece fatal, salgo corriendo y no vuelvo a ver lo que hago. Me doy cuenta que falta mucho y que puedo avanzar. No sé por qué, pero me pasa, mis circunstancias pictóricas no acaban de asumir lo que hago, pero es normal ser autoexigente, a casi todos los artistas nos pasa.

Si el arte ocurre por sí mismo, también lo hace con la persona que lo contempla

–¿Qué diría a las personas que intentan entender sus exposiciones?

–Yo creo que no hace falta entenderlas, ni mis obras ni las de nadie. Simplemente abrirse, tener una mente limpia en el sentido de no ir con prejuicios. Si el arte ocurre por sí mismo, también lo hace con la persona que lo contempla.

–¿Qué significó para usted recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas el año pasado? ¿Hacia dónde le ha llevado?

Ha sido un reconocimiento después de tantos años de trabajo que no perseguía. Simplemente ha ocurrido, me sentó muy bien, estoy encantado. Yo continúo igual, sigo trabajando, aunque sí que es verdad que el estar premiado te puede abrir más puertas.

–El círculo aparece en muchas de sus obras. ¿Qué pretende trasladar con esta figura?

–La geometría ha sido para mí una herramienta muy importante para acceder a la realidad. El círculo pertenece a una serie muy zen llamada Enso (círculo en japonés), relacionada al mismo tiempo con el pensamiento oriental y el occidental. Es un símbolo de infinitud, no solo una letra del alfabeto que ellos utilizan, que también lo es. Se trata de una figura infinita, sin comienzo ni final, simbólica en muchas culturas e importante en el mundo de la geometría. Me interesa mucho el Enso de Oriente, en especial la forma de plasmarlo. Hay monjes que todos los días lo dibujan como una forma de acercamiento espiritual, algo como muy trascendente. A mí me interesó y he seguido con eso. Yo ya había hecho círculos anteriormente, las geometrías multidimensionales me han interesado siempre.

Para muchos matemáticos una ecuación maravillosa es una forma tremenda de hacer algo verdaderamente excepcional, artístico

–¿Considera que las matemáticas son arte?

–Es algo que no me lo pregunto. Lo que sí creo es que es una disciplina que puede llegar a ser extraordinariamente creativa. ¿Qué no es arte y qué es arte? Son límites difíciles de alcanzar. Para muchos matemáticos una ecuación maravillosa es una forma tremenda de hacer algo verdaderamente excepcional, artístico. Entendemos las matemáticas por números, pero al final el arte hace referencia a una zona del saber y puede haber más con otros nombres. A mí me interesa mucho el mundo de la ciencia, evidentemente, aunque no sea científico.

–¿Qué papel juega la geometría y el color?

–Son dos formas de conocimiento básicas para todos los que nos dedicamos a ello. La geometría podríamos decir que es la forma en las artes plásticas. También la textura o la percepción del movimiento, pero la luz y el color son esenciales. Igual que en música existen diferentes figuras musicales, aquí sucede lo mismo con las escalas de colores, las formas o las gamas, además, de todas esas técnicas para presentar, es decir, producir una sensación de profundidad, de alejamiento, cercanía, organización…incluso la sinergia entre el olor, el color o sabor es relevante.

–¿Cómo explicaría el arte cibernético? ¿Qué busca en esta experimentación?

–El arte cibernético surgió dentro del mundo de la ciencia y de la tecnología. A partir de ese momento, empezó a estudiarse el conocimiento de las máquinas capaces de autorregularse. Incluso ahora ha llegado la inteligencia artificial. A mí me interesó en los años 60 y 70, estuve en Haití trabajando con científicos y no solo porque me interesaba a mí, a ellos también. Se rodeaban de arte y de ahí surgían para ellos otro tipo de motivaciones. Esa interdisciplinariedad creo que en estos momentos está ocurriendo con más fuerza que nunca, por ejemplo, en el Massachusetts Institute of Technology, el templo de la ciencia del mundo. Allí están contratando a filósofos y a personas que vienen del mundo de las letras, de lo espiritual, porque llega un momento en el que la propia disciplina no lo explica todo. Generalmente te das cuenta que no sabes nada, por ello accedes también a otras disciplinas. Hay una interrelación de todo con todo que se está dando ahora.

–Hoy en día nos encontramos absorbidos por la tecnología. ¿Piensa que se ha roto el equilibro entre naturaleza y tecnología? ¿Cómo se podría restablecer?

–Sí, evidentemente la tecnología va a gran velocidad y los humanos en general nos hemos adaptado despacio y mal, pero claro, la tecnología es una herramienta muy poderosa en manos de multinacionales y países, entre otros, que aprovechan y buscan una remuneración absoluta al margen de la ética y la humanidad. Ahí perdemos todos. Yo creo que sí se puede restablecer gracias a medidas que nos permitan que todo sea más noble y ético con el entorno sin perder nuestra libertad. Además, queda claro que estamos destruyendo la tierra, pero seguimos sin hacer lo necesario, a nivel individual y como colectivo.

–¿Cree que el ser humano ha de replantearse su relación con la tecnología y centrarse más en el contacto con el otro?

–Por supuesto, el hecho de que para establecer una relación humana haya que hacerlo a través de la pantalla y sin mirarse, no me parece en absoluto interesante para nosotros, sino todo lo contrario, perdemos.

Te das cuenta de en qué consiste el mundo, qué es la luna, cómo son las personas, la neurociencia, la psicología…todo eso lo acumulas y vas aprendiendo y sabiendo cosas, lo que te lleva a querer saber más

–¿Qué significado tiene la palabra ‘éxito’ en el mundo de las artes?

–El significado que le damos normalmente a la palabra éxito no me acaba de interesar. Para mí el mayor éxito sería el poder seguir pintando y produciendo. Creo que para una persona que verdaderamente se dedica con pasión a una disciplina lo que le interesa es poder seguir aprendiendo, haciendo y construyendo. En el mundo del arte no se trata de pintar bien o mal, sino que puedas conseguir el apoyo económico necesario para poder comprarte las pinturas, láseres o los elementos expresivos que utilices. Estamos en una sociedad capitalista y tremenda que te obliga a hacer exposiciones, a ganar, no ganar…no es fácil. Hay que luchar entre tanta competitividad, en cualquier disciplina.

José María YturraldeOctaedro

–¿Es un hombre en continua búsqueda? Si es así, ¿qué ha encontrado?

–Absolutamente. He encontrado y voy acumulando pequeños conocimientos. Te das cuenta de en qué consiste el mundo, qué es la luna, cómo son las personas, la neurociencia, la psicología…todo eso lo acumulas y vas aprendiendo y sabiendo cosas, lo que te lleva a querer saber más.

–Si pudiese describir su arte en una frase o palabra, ¿cuál sería?

–Emoción, quizá. Aunque sería más preciso el término amor.

–Desde la perspectiva de hoy, ¿cómo valoraría su carrera?

–Me hubiera gustado hacer más cosas y mejor, pero sé que he trabajado, y sigo trabajando mucho para la edad que tengo. Tengo la suerte de poder no parar.

–Hacia dónde evoluciona su arte, ¿una vuelta a los orígenes o hacia un universo inexplorado?

–A veces los orígenes vuelven a surgir sin que uno quiera, aunque aparece algo distinto que trastoca lo anterior. Sin embargo, más que abrir caminos nuevos me interesa saber más, y cuando lo intentas, encuentras nuevos misterios, es decir, al abrir una ventana resulta que aparecen muchísimas cosas que no entiendes. Por ejemplo, el noventa y tantos por ciento del universo que nos rodea no lo conocemos, por eso espero que la humanidad descubra en un futuro qué hay en él, y así con todo.

–¿Dónde veremos sus creaciones próximamente?

Hay dos exposiciones actualmente que se pueden ver, una en Madrid y otra en Marbella. En 2023 habrá otra en el museo abstracto de Cuenca. Tengo la suerte de tener proyectos y que pueda trabajar en aquellos que me piden.