El mal de las salas cerradas de los museos se extiende por la dejadez de Iceta
El Ministerio de Cultura disfraza con «razones de organización» cierres que se deben a la falta de taquilleros o vigilantes. El 75 % de las quejas de los visitantes se deben a estas clausuras inesperadas
Los cierres en museos nacionales de toda España desde hace más de un año, debidos a un conflicto laboral con los vigilantes, se extenderán hasta bien avanzado 2023 aun en caso de acuerdo, salvo que se produzcan contrataciones temporales.
La mayoría de los museos que dependen del Ministerio de Cultura, salvo el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía, ha sufrido cierres de salas (Museo del Romanticismo o Museo Arqueológico), completos (Museo de América) o la reducción de horarios en sus exposiciones, como en el Museo Sorolla.
«Aunque se llegue a un acuerdo a finales de este mes, en el corto plazo no se van a impedir los cierres», ha explicado Vidal Cruzado, responsable de la sección sindical de Cultura de Comisiones Obreras. Los largos plazos que conllevan los procesos de contratación de personal público lo impiden, asegura. «Una solución transitoria sería la contratación de interinos para cubrir esas plazas o la contratación de personal a través del Servicio Público de Empleo», opina, aunque eso es algo que todavía no se ha abordado.
Por su parte, UGT envió la semana pasada una carta al Ministerio de Cultura, de la que todavía no ha obtenido respuesta, en la que explicaban que el 75 por ciento de las quejas interpuestas por los visitantes en los 16 museos que dependen del Ministerio de Cultura y que están distribuidos por toda España están relacionados con estos cierres. Si este mes no se da ese impulso definitivo al conflicto, los sindicatos valorarán emprender acciones como paros (UGT) o incluso la vía judicial (CC. OO.).
El Museo de América, cerrado al completo, y el Arqueológico, al 25 %
El conflicto se remonta a 2019, con la entrada en vigor del IV Convenio Único del personal laboral de la Administración General del Estado (AGE) y ha ocasionado situaciones como el cierre de una cuarta parte de las salas del Arqueológico o cierres puntuales como este domingo (8 de mayo) del Museo de América.
Con la llegada del nuevo convenio, los vigilantes de sala pidieron ser adscritos a la categoría E2 y no E1, con peores condiciones laborales. Esto se agravó con la falta de contratación de nuevos vigilantes y la falta de movilidad entre categorías. Ahora, el personal de taquilla no puede ser sustituido por otros compañeros, como sucedía con el viejo convenio. «Antes un vigilante podía suplir a un taquillero», explica Javier Figueroa, representante de UGT. Pero si no hay nadie para cobrar la entrada, el museo no abre.
Según datos de CC. OO., en 2018 se deberían de haber convocado unos 120 puestos de trabajo para no llegar a la actual situación, pero esas cifras «se han sobrepasado» ampliamente, ya que hay que sumarles las jubilaciones de estos años.
Todo apunta a que a finales de este mes el Ministerio de Función Pública convocará una reunión con los sindicatos para crear un grupo de trabajo y solucionar el conflicto, pero aun así los sindicatos critican «la inacción» y el haber tenido que llegar hasta aquí. «No entendemos esta parálisis. Llevamos año y pico llamando a la puerta y nada», señala el representante de UGT.
Ambos sindicatos creen que, además de los trabajadores, los verdaderos afectados son los visitantes, que han visto como a lo largo de estos meses han visto restringido su derecho a un servicio público por la paralización de un problema que los trabajadores llevan denunciando años.