La mirada perfecta, como las de Lucian Freud. El sombrero, la camisa, la corbata, la chaqueta... son como las casas de sus personajes. Es el pintor observando sus personajes, el envés, el otro lado de 'Noctámbulos', de 'Una mujer en el sol', de 'Luz de sol en el segundo piso' y de tantas otras figuras al sol, de 'El puente de las Artes' y de tantos otros como 'Chop Suey', 'Casa Haskell' y su indudable parecido con la casa de 'Psicosis', 'La casa junto a la vía del tren' o el mismísimo espejo de la casa de 'Gigante' en medio del páramo o todas esas interioridades solitarias que constituyen un imaginario completo, una suerte de decorados pre-ideados y pre-pintados de la literatura y del cine.