La primera excavación española en Egipto: hallan cómo era el templo de Heracleópolis Magna

Los trabajadores del yacimiento de la Heracleópolis Magna han descubierto como era este gran templo. El edificio se erigió hace unos 4.000 años en la actual Ehnasya el Medina, una ciudad situada a 130 kilómetros al sur de El Cairo. Este yacimiento fue el primero llevado a cabo por manos españolas en Egipto, en 1966. Proyecto que fue concedido por la ayuda prestada por España tras los trabajos en la denominada «campaña arqueológica de Nubia» en la que se trasladaron varios templos cuando se construyó la presa de Asuán.

Por primera vez después de tantos años de excavación, se tiene una idea de la forma original del templo. «Ahora sabemos cómo era el gran templo del dios Heryshef en Heracleópolis Magna», ha comentado la directora de la misión Carmen Pérez Die. En el lugar apenas quedaban restos del emplazamiento; un yacimiento del que poco se sabía al principio.

Esta construcción fue descubierta en el siglo XIX por un egiptólogo suizo y posteriormente excavado, de forma superficial, por los británicos. Sin embargo, los grandes avances fueron hechos por el español Martín Almagro Basch de 1966 hasta 1984 cuando Pérez Die recogió el testigo de las excavaciones hasta la actualidad.

Entre los resultados de este trabajo se descubrieron numerosos restos de gran interés: columnas, estatuas, puertas de granito, capillas funerarias, relieves... Un gran surtido arqueológico que revelaron los secretos de una de las ciudades más importantes del Antiguo Egipto. En esta antigua civilización fue la capital del XX nomo -como se denominan las subdivisiones del Antiguo Egipto- del Alto Egipto llamado Naret hentet o Naret superior.

La hipotética estructura del templo se componía de una gran puerta principal hecha de granito rosa entre muros de adobe que sólo podían utilizar los trabajadores del templo. En los bloques se han encontrado inscripciones provenientes de otros templos: piezas que se creían perdidas, pero que han sido descubiertas en este lugar. Los que entraban al templo se encontraban con un patio interior flanqueado con estelas de dioses y diversos jeroglíficos, y con un soportal que rodeaba la estructura interior. Más al fondo se encontraba otra habitación que servía de santuario y que estaba lleno de columnas que sostenían el espacio.

También, se ha descubierto que la orientación del lugar no fue consecuencia de la posición del Nilo, como ocurre con muchos otros templos, sino que se tomó de referencia a la estrella canopo, la segunda más brillante de su firmamento.

En 2016, se empezó esta campaña de arqueología en el Templo de Heryshef con la colaboración la Fundación Palarq y por Construcciones Lozoya. Estos últimos seis años han permitido construir una hipótesis de las imágenes del emplazamiento, conservar y restaurar piezas del yacimiento e investigar la historia del lugar.