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El Museo del LouvreGtresOnline

El Museo del Louvre contra la masificación: solo permitirá 30.000 visitantes diarios

La institución francesa, uno de los lugares más visitados del mundo, intentará mejorar el acceso a su recinto

Aunque la cifra de 30.000 visitantes diarios no es nimia, no es nada comparada con la afluencia con la que normalmente suele lidiar el Museo del Louvre: cada año recibe una media de ocho millones de visitantes. El gran incremento de turistas en 2022 ha hecho reaccionar a los responsables de la institución, que veía una obligada mejora en las condiciones de acceso al museo.

El Louvre tuvo una explosión de visitas en el 2022, tras la pandemia, recuperando los números correspondientes a años anteriores. Aunque todavía no se ha llegado a la cifra récord –en 2019 recibieron unas 9,6 millones de visitas–. La entrada al museo, la que se encuentra en la gran pirámide de vidrio en la Rue de Tivoli, se ha convertido en el lugar de una ardua batalla del visitante contra las largas esperas destinadas a las colas a causa del poco espacio que permite la entrada.

En resumen, se trata de una pesadilla para el turista inquieto que debe aguardar horas de colas. Además, no es la única fila que tienen que realizar, ya que, una vez en el museo, también se forman muchas otras para poder visionar las grandes obras del museo. La legendaria Gioconda, por ejemplo, siempre se encuentra acompañada de cientos de forasteros que pasan por ahí para contemplarla brevemente. Todas las obras están bajo el estricto escrutinio policial, que asegura su conservación.

Los visitantes hacen cola para acceder al Louvre en agosto de 2022Stefano Rellandini / AFP

La dirección del Louvre se propuso limitar el acceso hace tres años tras los escándalos con el tráfico de antigüedades, pero la pandemia retrasó las medidas hasta este año. La presidenta del centro, Laurence des Cars, ha anunciado la entrada en vigor de esta limitación de visitantes. «Deseamos devolver al museo una entrada y acogida más eficaz. Al mismo tiempo, el museo estará abierto una hora más, por las tardes. Y se ha puesto en marcha una política de modernización generalizada, a todos los niveles», ha declarado.

El acceso al museo

En un principio, el Louvre fue un palacio real mandado construir por el Rey Felipe II a finales del siglo XII. Cuando en 1628 el Rey Luis XIV trasladó la residencia real al Palacio de Versalles, el Louvre se quedó solamente como centro de exposición del arte que poseía la monarquía. En 1692, la Academia de las Inscripciones y las Bellas Artes ocupó el antiguo recinto transformándolo en un centro de exposiciones.

El comienzo del turismo de masas significó la hecatombe para el acceso histórico que se encontraba en la calle de Rivoli; la masificación convirtió en caos el intento de entrar a las instalaciones. La construcción de la pirámide de vidrio, obra del arquitecto Ieoh Ming Pei, en el jardín de Las Tuileries solucionó de forma temporal este problema hasta el incremento descontrolado del turismo del siglo XXI.

Las colas dentro y fuera del recinto no dan una buena imagen; son incómodas para el visitante y no permiten disfrutar del todo de las piezas artísticas del museo. Con esta nueva limitación de las reservas diarias se intentará zanjar los problemas derivados de la gran masificación del turismo.