Fue algo parecido a cuando Basquiat se puso a pintar los grafitis de Samo, pero en modo «altruista» en vez de «vandálico». El New York Post le llamó «Pothole Picasso» («El Picasso del Bache»). Ha trabajado en muchas ciudades, incluida Nueva York, donde ha hecho mosaicos de ratas, palomas y cucarachas muertas.