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Partenón de Atenas

Compartir los mármoles del Partenón: la nueva propuesta del Museo Británico para conseguir la paz con Atenas

La propuesta de los británicos se basa en un modelo híbrido que incluye el intercambio de objetos históricos y la rotación de las esculturas del Partenón por ambos países

El Reino Unido y Grecia están a punto de zanjar un asunto que lleva mucho tiempo sin resolverse: la devolución de los mármoles del Partenón a su dueño original. Unas negociaciones que llevan años congeladas ante la negativa británica a ceder a las exigencias de los griegos.

El presidente del Museo Británico, George Osborne, fue quien propuso negociar un acuerdo final con Grecia que permita que los mármoles del Partenón «puedan verse tanto en Londres como en Atenas», una resolución beneficiosa para ambas partes, según ha asegurado. Osborne se siente optimista respecto a las negociaciones, que han enfrentado varios baches en el camino.

«Sería una situación en la que todos ganamos, tanto Grecia como nosotros», afirmó a la cadena BBC Radio 4 el exministro británico de Economía, que no ofreció detalles sobre la posible fórmula. Al ser preguntado sobre si su plan pasa por acordar un préstamo de las piezas, Osborne afirmó: «Estamos hablando sobre eso con el Gobierno griego, sobre un nuevo arreglo».

«Lo que no quería hacer es forzar a los griegos a aceptar cosas que para ellos resultan imposibles e, igualmente, ellos no pueden forzarnos a hacer cosas que para nosotros serían imposibles», agregó el responsable del museo londinense. Imposibles porque la ley británica no permite la concesión de los objetos del Museo Británico y los propietarios legales de los mármoles son la entidad británica.

El pasado diciembre, Osborne se reunió en la capital británica con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, para abordar la eventual repatriación de los mármoles de 2.500 años de antigüedad, según revelaron entonces medios británicos.

Los piezas fueron adquiridas por el aristócrata escocés Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, entre 1801 y 1805, cuando era embajador ante la corte Otomana en Estambul –que ocupaba Grecia–, y vendidos después al Reino Unido, transacciones que Grecia ha calificado como «saqueo».

«Si quisiéramos enviar de vuelta todos los mármoles de Elgin, eso requeriría un acto del Parlamento, y eso estaría más allá de mi autoridad. Pero lo que puede hacer el museo es intentar establecer una nueva relación con Grecia», afirmó Osborne.

La opción de que las esculturas se queden permanentemente en Grecia ya se ha descartado, por lo que la resolución del conflicto se hará a partir del intercambio y la rotación de los objetos históricos entre los dos países.