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Santa María del NarancoTurismo de Asturias

Las joyas del prerrománico asturiano quedan expuestas a las llamas en el monte Naranco

Asturias sufre una terrible oleada de incendios provocados que han llegado a Oviedo

El fuego devora el Principado de Asturias. Hasta 116 incendios declarados en 35 concejos y el temor a que buena parte de ellos hayan sido provocados. Las llamas han llegado hasta la capital de la región, Oviedo, y su monte más emblemático, el Naranco. La capital mira con temor una zona de la ciudad que, además de contar con viviendas en sus inmediaciones, sirve de refugio para las joyas del prerrománico asturiano, hito fundamental en la historia del arte.

Incendio en el Monte Naranco de OviedoEFE

Fue en las laderas del Naranco donde los reyes cristianos de Asturias asentaron sus primeros grandes edificios. Como recuerdo de aquellos primeros años de la Reconquista, dos templos: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, considerados por la Unesco desde 1985 Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Símbolo de Asturias

Proyectada por Ramiro I como una parte más de un gran conjunto palaciego, lo que hoy conocemos como Santa María del Naranco lleva vigilando las afueras de Oviedo desde el siglo IX. Con el paso de los años, de aquel palacio solo se conservó ese pequeño espacio y decidió convertirse en templo católico antes de 1150. Una construcción de dos pisos que marca el estilo prerrománico ramirense.

Considerado un belvedere, un lugar con buenas vistas, los responsables del turismo asturiano decidieron utilizar el perfil de sus ventanas para elaborar el icónico logo que representa al Principado y que se reproduce en pegatinas, camisetas y poster. La utilidad original de Santa María del Naranco todavía es un misterio. Algunas investigaciones lo consideran un lugar de reunión, por los bancos corridos que se conservan en su parte baja. Otros señalan la importancia del agua en el entorno y consideran que podría tratarse de un edificio relacionado con la purificación del monarca.

Las ventanas de Santa María del Naranco en el logo de Turismo de Asturias

Restos de un gran templo

Subiendo un poco más por la carretera que serpentea en torno al monte Naranco (que tantas gestas ciclistas ha permitido en la Vuelta a España) aparece el contundente perfil de la iglesia de san Miguel de Lillo. Su altura contrasta con la estrechez provocada por la desaparición de buena parte de su estructura. Las crónicas apuntan que también fue Ramiro I quien mandó construir este templo junto a su palacio.

Sus gruesos muros y escasas ventanas consolidan un estilo prerrománico sobrio, pero que se engalana con bellísimos detalles. Es el caso de sus laboriosas celosías, finas estructuras que cubren los vanos y de una delicadeza tal que en muchos casos dejan notar el paso del tiempo en forma de desperfectos.

San Miguel de Lillo, en OviedoGTRES

En su interior, al que solo se puede acceder contratando las visitas guiadas que ofrece el conjunto, se conservan interesantes relieves de la época. Figuras simples, que marcan el camino que seguirá el Románico durante la Edad Media, y que combinan motivos geométricos, naturales y escenas de influencia bizantina.

Los bomberos han trabajado de forma incesante en el Naranco y han conseguido controlar el fuego en la parte más baja del monte, cerca de las casas. El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, ha asegurado que el incendio ha sido provocado, ha mostrado su pesar y ha reconocido su temor ante un posible cambio de viento que pueda poner en riesgo los monumentos.