Incautadas en la ciudad italiana de Parma 95 obras de arte sacadas de España de manera ilegal
Las obras carecían de permiso de exportación, por lo que su venta está prohibida. Los Carabinieri avisaron a la Policía Nacional, que ha detenido a uno de los anticuarios como presunto autor de un delito de contrabando
Estaban en una feria de antigüedades en Italia, en la ciudad de Parma: 95 obras de arte que habían sido sacadas de España sin permisos. Ahora, la Policía Nacional, en colaboración con los Carabinieri de Italia, las ha intervenido e incautado.
Son decenas de obras de arte de diferentes épocas, entre las que se encuentran pinturas, esculturas y relojes, valorados, según sus propietarios, en 235.000 euros. Los agentes han detenido a uno de los anticuarios como presunto autor de un delito de contrabando y a otros cinco implicados se les han levantado actas por infracción de contrabando, según ha informado el Ministerio del Interior.
Entre las obras de arte se encontraban 79 pinturas de los siglos XVI al XIX, cinco esculturas realizadas en los siglos XIV, XVI y XVII, dos relojes tipo imperio, un crucifijo, una chimenea, un altar, dos relicarios, un juego de café de plata de origen francés y tres piezas decorativas.
Los Carabinieri dieron la voz de alarma
La operación se inició el pasado día 7 de octubre cuando los Carabinieri italianos informaron en el marco de la cooperación policial internacional de EUROPOL que había obras españolas expuestas en la feria de antigüedades 'Mercanteinfiera Autunno 2022' de Parma que carecían de permiso de exportación.
Tras recibir la información, las autoridades españolas solicitaron a la Policía italiana que remitiera documentación gráfica sobre aquellas obras que presentasen indicios de que su traslado desde España no se había hecho con los requisitos documentales pertinentes.
También se solicitó al Ministerio de Cultura y Deporte información relativa a la existencia de permisos de exportación de las obras de arte aportadas en la documentación remitida por la Policía de Italia.
La investigación posterior permitió determinar que, al menos, seis anticuarios españoles tenían es sus puntos de venta obras de arte que habrían sido objeto de contrabando, por lo que dispusieron lo necesario para la intervención de dichas obras.