El coche que Hitler regaló a Franco, estrella en las Colecciones Reales: un símbolo que emuló a los reyes y sus carruajes
Patrimonio Nacional estrena la sala de la Galería de las Colecciones Reales dedicada a las exposiciones temporales con una muestra que analiza el vínculo entre el poder monárquico y el transporte desde Carlos V hasta Franco
El recorrido expositivo de En movimiento. Vehículos y carruajes de Patrimonio Nacional, la primera muestra temporal de la Galería de las Colecciones Reales que se inaugura el 28 de junio, tiene un protagonista inesperado: el Mercedes-Benz Especial todoterreno 540 G4 W31, de seis ruedas.
La inclusión de este automóvil en una exposición sobre carruajes reales no es casual: este Mercedes fue un regalo que Adolf Hitler le hizo a Francisco Franco en enero de 1940, en plena II Guerra Mundial, a través de su embajador en Madrid, en un acto celebrado en el Palacio de Oriente.
En la explicación que acompaña al automóvil, que tenía capacidad para siete ocupantes, se especifica que fue diseñado con todas las comodidades y detalles imaginables y contaba con mejoras a nivel de motor, transmisión de la dirección, sistema hidráulico de frenado y un tanque de combustible que funcionaba por gravedad. «Fue un instrumento de propaganda, un símbolo de la potencia militar e industrial alemana, destinado única y exclusivamente a los miembros del gobierno de Hitler», reza la cartela.
Los carruajes no era para los reyes únicamente un vehículo para trasladarse. También suponían una exhibición de poder y representaban la potencia de sus países y gobiernos. Tanto Hitler como Franco utilizaron sus automóviles como símbolo de poder que emulaba a los reyes o emperadores y sus carruajes.
Las dos piezas que abren y cierran la exposición resumen el abismo tecnológico en la industria del transporte que separa los siglos XVI y XX. Por un lado, una litera de madera que perteneció al emperador Carlos V y que habría traído desde Alemania en 1552 ya enfermo de gota.
Al final de la exposición se encuentra otro Mercedes-Benz, menos llamativo, aunque más raro, que el que perteneció a Franco. Es un modelo Grosser Mercedes, tipo Pullman Limousine, para siete ocupantes y con 155 caballos de vapor de potencia. De este modelo solo se fabricaron 88 unidades, y es una de las únicas ocho unidades con la carrocería blindada. También fue enviado desde la Alemania nazi a la España de Franco: el Ministerio del Ejército pagó en 1945 un «precio convenido» de 60.000 marcos, aunque parece, se lee en la cartela, que había sido ofrecido anteriormente como obsequio por parte de Hitler.