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Pablo y su hermana Lola, hacia 1888 en MálagaWikimedia Commons

Arte

El porqué de los ocho nombres de Picasso

El artista malagueño, nacido un 25 de octubre, fue bautizado como Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad

Ha pasado a la historia con su segundo apellido, el materno, aunque empezó firmando solo con la inicial de su primer nombre y su primer apellido, o sea, «P. Ruiz». Esa rúbrica icónica, Picasso, es, seguramente, la más reconocible de la historia del arte, pero mucho menos conocido es que tenía ocho nombres, aunque su amigo Rafael Alberti escribió un libro titulado Los ocho nombres de Picasso y no digo más de lo que no digo.

Sí, nació un 25 de octubre, a las 23:15 horas, en la malagueña Plaza de la Merced y fue bautizado el 10 de noviembre de 1881 con toda esta retahíla de nombres después del de Pablo: Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad. Explicamos el sentido de todos ellos, siguiendo los textos que uno de sus más reputados biógrafos, el malagueño Rafael Inglada, reproduce en los dos volúmenes de su obra Picasso antes del azul (1881-1901).

Pablo

Empezamos por Pablo. Sus padres, José y María, se lo pusieron en recuerdo de un tío por parte de padre fallecido dos años antes del nacimiento de Picasso. Pablo Ruiz Blasco nació en 1833 en Málaga. Estudió Filosofía y Teología. En 1857 se ordenó presbítero. También ejerció como profesor. Falleció en 1879, a los 46 años, a consecuencia de una «bronconeumonía careosa aguda», según su partida de defunción, reproducida en el primer volumen de Picasso antes del azul (1881-1901), subtitulado «Documentos familiares inéditos».

Diego

El «Diego» es en honor de su abuelo paterno, Diego Ruiz Almoguera, nacido en Córdoba en 1799. En 1820, este comerciante se casó en Málaga con María de la Paz Blasco, con quien tuvo once hijos: José, padre de Picasso, fue el octavo. Diego falleció en 1876. Cuentan que tenía dotes artísticas y, de hecho, uno de los grandes biógrafos de Picasso, John Richardson, sostiene que quiso ser pintor. Matriculó a dos de sus hijos, Pablo y José (padre de Picasso), en clases gratuitas de pintura.

José

El «José» es por su padre, el malagueño José Ruiz Blasco, primero profesor en la Escuela de Bellas Artes de Málaga y después en las de La Coruña y Barcelona. Fue el primer maestro de su hijo, al que instruyó en las escuelas coruñesa y barcelonesa. Alto y espigado, era conocido con el sobrenombre de «El inglés». Falleció en Barcelona en 1913, fecha en la que su hijo seguía experimentado con el cubismo.

Francisco de Paula

El nombre Francisco es en alusión a dos personas. Una es el abuelo materno, Francisco Picasso y Guardeño, quien emigró a Cuba un día en torno a 1866, dejando en España mujer y cuatro hijos, y jamás volvió. Falleció en 1888, víctima de una «anemia perniciosa», tras formar otra familia en la isla.

Pero también es una señal de agradecimiento al sacerdote Francisco de Paula Urbano y Vega, quien dio permiso para que Picasso fuese bautizado en la parroquia que regía, Santiago, por José Fernández Gómez-Quintero, que era por entonces párroco de la de Nuestra Señora de la Merced. Seguramente, la presencia de José Fernández como oficiante fue simbólica, una forma de que, de algún modo, estuviese presente Pablo Ruiz Blasco, quien es muy probable que fuese compañero de estudios sacerdotales del cura que bautizó a Picasso.

Juan Nepomuceno

Por su padrino, el abogado Juan Nepomuceno Blasco y Barroso, primo del padre de Picasso

María de los Remedios

Por su madrina, María de los Remedios Alarcón y Herrera, mujer de Juan Nepomuceno. Mientras duró la debilidad de la madre de Picasso tras al parto de su primogénito, fue María de los Remedios la que amamantó a Pablo.

Cipriano

Es el más curioso de todos. Fue un error del sacerdote que lo bautizó. El correcto era Crispianiano, que es el que figura en el acta de nacimiento del Registro Civil, donde su padre lo inscribió el 28 de octubre. La onomástica de Crispianiano, y también la de San Crispín, se celebra el 25 de octubre, día del nacimiento del artista.

De la Santísima Trinidad

«Era tradición de la época, que lo consignaba como un regalo que ofrecía la Iglesia a todo recién nacido», explica Inglada en el segundo tomo de Picasso antes del azul, subtitulado «Infancia en Málaga (1881-1891)».