Se trata del cuadro religioso más célebre del autor, y supuso su consagración definitiva. Este cuadro forma parte de una serie de obras en las que Sorolla utiliza como ambiente o decoración diversas partes de la iglesia del antiguo Colegio de San Pablo en Valencia, fundado por los jesuitas en 1559. Éste sufrió diversas reformas a lo largo del tiempo, que afectaron al Colegio y a su capilla, hasta que la Desamortización de 1835 lo desafecta como Seminario de Nobles y, por especial empeño de don Vicente Boix -ilustre personaje de la cultura valenciana de la Renaixença-, pasa a ser sede del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza. Así ha permanecido, con nombre más o menos modificado, hasta nuestros días.