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Portada original y portada actual de Tintín en el Congo

Francia reedita la versión original de 'Tintín en el Congo' con un prólogo que asegura que no es racista

Del primer álbum del personaje de Hergé, de 1931, considerado su obra maestra y acusado durante décadas de colonialista, se han vendido 250 millones de ejemplares a lo largo del tiempo

Las acusaciones de racismo se han sucedido a lo largo de los últimos casi cien años de la historia de Tintín en el Congo, la obra que se publicó primero por entregas en los años 30 y en blanco y negro. Precisamente el hombre negro que aparecía en la portada original, y que acompañaba a Tintín en el coche que este conducía ha sido uno de los cambios.

Solo dos (tres si se cuenta el coloreado) de la versión primigenia. Ya no aparece ese personaje junto al protagonista porque dicen que daba una imagen de sumisión al hombre blanco. En su lugar aparece Tintín, que se topa con un león.

«Glorificadora del colonialismo»

El resto se ha publicado tal cual se hizo hace casi un siglo, lo que ha originado la consiguiente y nueva polémica a la antigua que ha acompañado siempre a la obra de Hergé como «glorificadora del colonialismo». El autor ya habló sobre esta cuestión en 1975, según apunta AFP: «Solo sabía de ese país lo que la gente decía al respecto (...) Los dibujé, a los africanos, según estos criterios, con el más puro espíritu paternalista, que era el de esa época», dijo.

Dichas declaraciones deberían haber bastado para alejar las sospechas de una posible apología, pero ya se sabe que son malos tiempos para las realidades del pasado.

El revisionismo censor no pierde la oportunidad de cobrar protagonismo. El prólogo explicativo del contexto que incluye la nueva edición, escrito por Philippe Goddin, afirma que «Somos racistas cuando queremos denigrar, menospreciar al otro, pero no es el caso de Tintín en el Congo. Por supuesto, hay estereotipos, caricaturas. Hergé insiste en los labios grandes, las narices chatas, como muchos dibujantes de la época. Pero para mí, incluso si la frontera es frágil entre caricatura y racismo, él no la cruza».

La revisión de 1946

Esa seguridad en la defensa de la obra ha escocido en los sectores habituales, acostumbrados a cambiar, reescribir, rediseñar o directamente «cancelar» cualquier cosa que se sale de los nuevos cánones, pero también ha recibido elogios por dejar la obra tal cual fue concebida en su tiempo.

La realidad es que Tintín en el Congo (250 millones de ejemplares vendidos le contemplan) ha sido reeditado tal cual era en el origen, incluso antes de la revisión de 1946, donde por ejemplo se cambió una viñeta de una clase que daba Tintín donde decía: «Vuestra patria, Bélgica» por otra en que simplemente explicaba matemáticas.