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Autorretrato con un cigarrillo, de Edvard MunchAFP

Munch, el pintor que logró convertir su dolor en arte en el siglo XX

Las pinturas de Edvard Munch protagonizan dos exposiciones en Alemania, en Berlín y Postdam, que reviven el impacto que generó la pintura del autor de El grito y su influencia en el expresionismo alemán

El expresionismo con el que Edvard Munch desafió a Alemania dejó una huella imborrable en el país bávaro. Por este motivo, Berlín y Potsdam recogen su obra bajo dos exposiciones con premisas muy variadas.

Munch. Paisaje vital es el título y el programa de la nueva exposición del Museo Barberini de Potsdam. Esta exposición está enfocada en el desconocido Munch paisajista. «En los cuadros de Munch, la naturaleza estaba muy implicada y era coprotagonista», declara su directora, Ortrud Westheider.

«Con los paisajes de Munch hemos visualizado por primera vez la idea de que todo está interconectado en el ciclo de la naturaleza», apostillaba en la presentación de la muestra. Munch utilizó la pintura de la naturaleza como conductora de sus sentimientos.

Noche de verano en la playa de Edvard Munch, 1903

Desde el 18 de noviembre hasta el 1 de abril se expondrán 116 obras del artística nórdico. La primera sala de sus representaciones paisajísticas está centrada en los espacios naturales del bosque, el jardín y el campo, así como en las vacaciones de verano en la playa.

Esta exposición también presenta bocetos del genio noruego que se expusieron por última vez en Alemania hace más de 100 años. Estos boceto destacan la relación entre el hombre y la naturaleza y la continua exploración de esta por el ser humano.

Además, las pinturas con temática de paisajes de Munch han cobrado un nuevo sentido en el año 2023, según ha manifestado el director del museo: «En aquella época, la gente estaba más preocupada por una nueva glaciación y por eso veía el sol como fuente de vida». En cambio, en tiempos del cambio climático y el calentamiento global, las imágenes del pintor sobre el tiempo atmosférico han adquirido una nueva relevancia.

Una estrecha relación con Berlín

La Galería Berlinische también ha inaugurado una exposición centrada en la relación del artista noruego con la capital alemana, en la que vivió durante 20 años. El primer contacto de Munch con Berlín tuvo lugar el 12 de noviembre de 1892, cuando el artista inauguró con 29 años su primera exposición en la capital alemana.

Munch causó un gran escándalo debido al contenido de su muestra. Inaugurada con el título Cuadros al estilo de Ibsen, el público alemán se hizo a la idea de que encontrarían paisajes idílicos de Noruega. Sin embargo, el pintor mostró unas pinturas con bloques de color sólido y con apariencia abocetada. Sus obras estaban llenas de formas ondulantes, extrañas para la época.

Rojo y Blanco de Edvard Munch. 1899-1900

La modernidad radical de la pintura de Edvard Munch desafió radicalmente a sus contemporáneos. La exposición Magia del Norte cuenta la historia del pintor nacido en la ciudad de Ådalsbruk y Berlín a través de la pintura, el arte gráfico y la fotografía.

Con cerca de 65 exposiciones, entre ellas muchas individuales, Berlín se convirtió en uno de los lugares de exposición más importantes de Europa para Munch entre 1892 y 1933 tras su marcha a Noruega. En la capital alemana aprendió técnicas de grabado gracias a la importantes imprentas berlinesas.

La exposición se compone de 80 obras de Munch, además de otras pinturas de artistas que despertaron la pasión berlinesa por el mundo nórdico para ayudar a contextualizar la época, como Walter Leistikow y Akseli Gallen-Kallela.