La Galería de las Colecciones Reales de Madrid recibe en préstamo un retrato de Felipe II
Su autor es Antonio Moro y está fechado entre 1549 y 1550. La obra procede del Museo de Bellas Artes de Bilbao y podrá verse durante un año
Este miércoles 20 de marzo la Galería de las Colecciones Reales de Madrid ha recibido en préstamo un retrato de Felipe II. Su autor es Antonio Moro y está fechado entre 1549 y 1550. La obra procede del Museo de Bellas Artes de Bilbao y podrá verse durante un año.
El joven príncipe Felipe posó para el pintor holandés durante su «Felicíssimo Viaje». El viaje tuvo una gran importancia para la vida del príncipe, ya que fue entonces cuando descubrió el gran arte internacional, que posteriormente influiría en sus gustos artísticos y arquitectónicos. Se desconoce la fecha exacta en la que Moro creó el retrato y también su destinatario.
Era la primera vez que el heredero dejaba los reinos peninsulares para ser presentado como tal a los Estados Generales de Flandes
El Museo de Bellas Artes de Bilbao dice en la ficha de la obra que «Era la primera vez que el heredero dejaba los reinos peninsulares para ser presentado como tal a los Estados Generales de Flandes».
«El protagonista, de tres cuartos, viste un lujoso atuendo cortesano en el que el pintor hace especial énfasis y sobre el que pende un collar, el Vellocino o Toisón de Oro, símbolo de la orden del mismo nombre. Destacan las abundantes joyas en forma de botonadura, el rico cinturón o talabarte y la lujosísima empuñadura de la espada, cuajada de perlas y piedras preciosas» decía el museo sobre la obra.
Felipe sostiene con su mano izquierda un par de guantes, en vez de apoyar su mano en la espada. Esto hace que el arma destaque y se puedan apreciar mejor esas lujosas joyas. Al mismo tiempo, el retrato resalta su posición como joven heredero.
La mano derecha sobre la mesa es otro gesto estereotipado de la retratística oficial de la época
«La mano derecha sobre la mesa es otro gesto estereotipado de la retratística oficial de la época. Sin embargo, en la superficie de ésta, cubierta por un lujoso paño rosado, no hay ningún símbolo de poder, como sí sucede en el próximo y ya mencionado retrato del archiduque Maximiliano» comunicaba el museo.