La ciudad de Pasadena en California compra un valioso cuadro de Goya y acoge una exposición del pintor español
El museo Huntington ha adquirido una joya artística: una pintura de Francisco de Goya de 1807, José Antonio Caballero, marqués de Caballero. Además, otro gran museo de Pasadena, el Norton Simon, inaugura este viernes una exposición con 200 grabados del artista zaragozano
Henry Huntington, el magnate detrás de la Pacific Electric Railway, no solo dejó una huella imborrable en el transporte público del sur de California a principios del siglo XX. Sus verdaderas pasiones eran el arte y la cultura, y su legado se materializó en un impresionante museo en Pasadena, una ciudad al norte de Los Ángeles.
El museo Huntington ha adquirido una joya artística: una pintura de Francisco de Goya de 1807, José Antonio Caballero, marqués de Caballero. Esta adquisición, realizada a finales de 2023, ha sorprendido a muchos en el mundo del arte. Más aún cuando el Norton Simon, otro gran museo de Pasadena, inaugura una exposición con 200 grabados de Goya este viernes. I Saw It: Francisco de Goya, Printmaker (Yo lo vi: Francisco de Goya, impresor) cuenta con más de 230 obras del pintor español, incluyendo 80 de la serie los Caprichos, 82 de Desastres de la Guerra, 33 de La Tauromaquia y 22 Disparates. La pasión por Goya en California es innegable.
El Huntington es un gigante cultural que recibe a un millón de visitantes al año. Su biblioteca alberga 12 millones de libros y su colección de arte cuenta con 45.000 obras. Ahora, se enorgullece de contar con un cuadro de Goya, financiado por la fundación Ahmanson, que se estima en al menos cinco millones y medio de euros.
La conexión de Huntington con España se remonta a su matrimonio con Arabella con quien tuvo a su hijo Archer, un amante apasionado de la cultura española. Archer fundó la Hispanic Society en 1904 en Nueva York y a lo largo de los años adquirió numerosas obras de Goya. Sin embargo, el Huntington no tenía ninguna pintura del artista hasta ahora.
La pintura adquirida es la primera de cuatro copias y proviene de un coleccionista privado de Miami. Aunque existen otras tres versiones, una en Budapest, otra en Houston y una tercera en Madrid, la obra del Huntington es excepcional por su calidad y detalle.