Durante mucho tiempo, El caballero de la mano en el pecho, del Greco, representaba a un caballero español del siglo XVI –algunos apuntaron a que podría tratarse de un retrato del mismo Miguel de Cervantes– sobre fondo negro. Las vestimentas austeras negras propias de la moda española de la época se difuminaban con el fondo oscuro, de modo que no se distinguía bien dónde acababa el tejido y dónde comenzaba la penumbra. Del lienzo sobresalían, iluminados, el grave rostro del caballero, la blanca gorguera, la empuñadura de la espalda y la mano abierta sobre el pecho. Su restauración en 1996 mostró, sin embargo, que el fondo original pintado por el Greco no era negro, sino gris. Al momento se desató la polémica pues, para muchos, el cuadro estaba irreconocible.