Alemania aumenta la presión sobre el Museo Británico al devolver a Grecia un busto de mármol
La devolución de la pieza pone en evidencia al Museo Británico por su resistencia a devolver a Grecia los mármoles del Partenón
Por si la presión sobre el Museo Británico por la cuestión de los mármoles del Partenón fuera poca, Alemania ha contribuido (tal vez de forma involuntaria) a aumentarla al devolver a Grecia, sin polémicas y sin hacerse los remolones, un busto de mármol del siglo II después de Cristo.
Y no solo es Alemania la que saca los colores a Reino Unido y a su intocable British Museum. En marzo de 2023 el Vaticano también dejó en evidencia al gobierno británico cuando el Papa Francisco decidió devolver a Atenas varias piezas de mármol de 2.500 años provenientes del Partenón.
Sin embargo, la mayor parte del 50 % de esculturas que se conservan del gran templo de la Acrópolis ateniense están en poder del Museo Británico.
Los mármoles del Partenón se encontraban en relativo buen estado y en su emplazamiento original en Atenas hasta comienzos del siglo XIX; cuando lord Elgin (el militar escocés Thomas Bruce) arrancó los mármoles, los trasladó a Inglaterra y se los vendió al Museo Británico.
Los gobiernos británico y griego llevan años tratando de encontrar una solución que permita exponerse permanentemente los mármoles en Atenas sin perjudicar al Museo Británico.
Sin embargo, la solución parece casi imposible. Los mármoles son la obra más preciada del Museo Británico y no están dispuestos a desprenderse de ellos.
Ahora, el movimiento del Museo Arqueológico de la alemana Universidad de Münster añade más presión.
La pieza devuelta es una cabeza de mármol masculina del año 150 después de Cristo, informó la revista especializada ARTnews. Lo cierto es que el Museo nunca puso reparo a la devolución si se demostraba su origen ilícito.
Los investigadores del museo plantearon dudas respecto a la propiedad de la pieza, argumento suficiente para que la dirección del Museo decidiera su entrega a las autoridades rusas.
La cabeza llegó al Museo Arqueológico de Münster en 1989 proveniente de una donación privada. Desde su origen ya se plantearon dudas respecto a la legítima propiedad. Aún así, el busto pasó a formar parte de la colección permanente.
El resultado de los análisis de los investigadores llevaron a concluir que la pieza de mármol procedía de la isla griega de Thasos, en el mar Egeo.
Aunque se desconoce el modo en que se sustrajo la pieza y cuándo, el Museo no alberga dudas de que el Estado griego es su legítima propietaria. Su destino es el Museo Arqueológico de Tesalónica, donde hay depositadas otras piezas de la misma procedencia y período histórico, lo que permitirá su estudio contextualizado.
Con todo, Alemania tampoco está para dar lecciones sobre la cuestión. En sus museos de Pérgamo y Egipcio, en Berlín, custodian el gran altar de Pérgamo, proveniente de la antigua ciudad griega (hoy en Turquía) de Pérgamo, la Puerta de Ishtar de la antigua Babilonia (hoy Irak) y el busto de Nefertiti.
Alemania se enfrenta a reclamaciones (cierto es, no tan vehementes como la del gobierno griego respecto a los mármoles) de devolución de dichos países, sin que el gobierno alemán parezca dispuesto a devolver nada.
Volviendo a los mármoles del Partenón, uno de los argumentos del Museo Británico para no devolver los mármoles del Partenón es que ese paso abriría «la caja de Pandora» que llevaría a otras devoluciones.
Sin embargo, lo que las autoridades del Museo tal vez no tuvieron en cuenta es que otros museos en otros países sí podrían abrir esa caja de los truenos sin que Londres pueda hacer nada.