Cinco obras maestras de Fortuny para recordar al pintor con motivo del 150 aniversario de su muerte

El Instituto Cervantes se ha implicado en la conmemoración del 150 aniversario del fallecimiento del pintor Mariano Fortuny (1838-1874) con un ciclo de conferencias en Barcelona, Granada, Sevilla, Roma, Madrid, París, Tánger, Tetuán, Nápoles o Venecia. Recorremos algunas de las obras pictóricas de Fortuny

Marroquíes

La fascinación por el oriente islámico y, en particular, por Marruecos. Su modernidad simbolista. Su ruptura con los tabúes de la época respecto al retrato del desnudo femenino… La obra de Mariano Fortuny marcó varios hitos y es el máximo representante en España de un estilo que había triunfado en Francia.

Museo del Prado

Viejo desnudo al sol

La pintura Viejo desnudo al sol es uno de sus cuadros más conocidos. Fortuny mostró un interés particular en el retrato de la ancianidad, a los que supo retratar tanto físicamente como psicológicamente. En este retrato resulta más que evidente la influencia que la pintura de José de Ribera ejerció en Fortuny.

Museo del Prado

Corrida de toros

Las tradiciones y el folclore español también fueron uno de los temas predilectos de Fortuny. En ese sentido, el pintor catalán estuvo muy interesado en todo lo que rodeaba a la tauromaquia. En esta pintura representa la surte de varas y, en particular, el momento en que el toro embiste contra el caballo del picador.

Museo del Prado

La batalla de Wad-Rass

La pintura histórica e historicista estaba de moda a finales del siglo XIX. En este caso, se trata de un cuadro de carácter histórico y no historicista, ya que representa fielmente la batalla del valle de Wad-Rass del 23 de marzo de 1860 que presenció el mismo pintor.

Museo del Prado

Paisaje napolitano

Mariano Fortuny fue un excelente paisajista. Este, de 1874, pertenece a una serie de paisajes elaborados en 1874 durante su estancia en Portici, sur de Nápoles. En este paisaje destacan los elementos montañosos, al fondo el Mediterráneo junto con la Reggia di Portici, palacio de descanso de Carlos III, y todo envuelto en una luz Mediterránea que nos recuerda inevitablemente a Sorolla.

Museo del Prado