Francia, contra Amazon: una ley exige pagar los gastos de envío si compras un libro en su web
La normativa tiene como objetivo ayudar a las librerías independientes a sobrevivir
Una nueva ley que entrará en vigor el próximo año en Francia impone un precio mínimo para la entrega de los libros adquiridos a través del comercio electrónico. ¿El 'enemigo'? Amazon que ha creado un imperio global con entregas baratas y rápidas.
El objetivo de esta ley es ayudar a las librerías independientes contra la competencia desigual creada por los gigantes del comercio digital, principalmente Amazon. En otras palabras, la promesa de Amazon de un envío prácticamente gratuito de libros ya no sería legal en Francia. Por su parte, la compañía de Jeff Bezos asegura que la nueva legislación «afectará al poder adquisitivo de los consumidores» y dañará especialmente a los lectores que viven en áreas rurales. El 20 % de los 435 millones de libros que se vendieron en 2019 en todo el país se compraron por internet.
Las nuevas reglas están respaldadas por el Sindicato de librerías francesas, pero también por rivales de Amazon como Fnac y Leclerc, ya que los minoristas se ven obligados a reducir las tarifas de envío y a roer sus propios márgenes para competir con el gigante estadounidense.
Políticas de precios agresivos
Actualmente, en Francia hay 3.500 librerías independientes en las que trabajan 12.000 personas. Un activo precioso que el gobierno se ha comprometido a preservar. Tanto es así que el presidente Emmanuel Macron ha definido la lectura como «una prioridad nacional» y ha ampliado el horario de apertura de las librerías.
Hay que reseñar que las librerías no pasan tampoco por un buen momento debido a la pandemia. En Francia se declararon tres estados de alarma que obligaron al cierre de todo el país. En los dos primeros, a pesar de las protestas, las librerías no pudieron abrir.
Sin embargo, en noviembre de 2020, el gobierno decidió echarles una mano y reembolsarles los gastos derivados de los envíos. Como resultado, estos pequeños minoristas han logrado quedarse con el 70 % de sus ganancias.
Con esta ley, en favor del pequeño comercio, Macron realiza su último movimiento para apoyar la cultura nacional en contra de las empresas extranjeras. Por ejemplo, respaldar a los editores de prensa contra Google y Facebook, y apoyar a las emisoras de televisión contra Netflix.