Una nueva prohibición orwelliana en las escuelas de Tennesse contra el cómic del Holocausto 'Maus: el relato de un superviviente'

En un nuevo y probable episodio de cancelación y prohibición, más cercano a la novela «orwelliana» 1984, los inspectores del distrito escolar de McMinn, en Tennessee (USA), han votado a favor de eliminar la novela gráfica Maus: el relato de un superviviente del plan de estudios para alumnos entre 13 y 14 años por el uso de palabras malsonantes, violencia y representación de desnudos femeninos.

Los medios estadounidenses han aireado la noticia, que ha cobrado gran relevancia justo en el día del recuerdo al Holocausto judío y en la que, incluso, se ha conocido el contenido de las reuniones de la junta escolar.

En ella, el supervisor de las escuelas públicas insiste en el lenguaje malsonante y reprobable de la novela gráfica y recuerda las quejas de algunos de los asistentes a la reunión sobre el tono y la aparición de ahorcados, desnudos, y niños asesinados, junto al hecho de que los judíos sean representados como ratones entre gatos nazis y cerdos polacos.

Aunque a los miembros de aquella junta les llegó a preocupar la violación de derechos de autor de la novela gráfica, la reunión terminó con la decisión unánime de los 10 miembros de la junta de retirar el cómic del plan de estudios.

Perplejidad del autor

El autor de la novela, Art Spiegelman, y descendiente de una familia de supervivientes del campo de concentración de Auschwitz, no ha podido evitar su perplejidad por la noticia, a la que ha tildado de «orwelliana», justo en el momento en el que se aviva un fuerte debate en Estados Unidos sobre la enseñanza de los acontecimientos más polémicos de la historia.

Incluso Neil Gaiman, el célebre autor de las novelas gráficas The Sandman ha criticado la medida tomada por la junta escolar de dicho condado, diciendo: «Solo hay un tipo de personas que votarían para prohibir a Maus, como sea que se llamen a sí mismos. Buenos días.»

En un tono de fábula, otorgando la identidad de ratones, gatos y cerdos a los judíos, a los nazis y a los polacos, Art Spiegelman relata a través de «flashbacks» el infierno vivido por su padre en el campo de exterminio de Auschwitz. 

Largamente premiada

Por la novela gráfica Maus. El relato de un superviviente, el dibujante recibió el premio Pulitzer de 1992, el premio del cómic de Angulema de 1988, o el de la crítica de 1993, entre otros. De ahí que la decisión de la junta escolar del condado de McMinn le haya cogido por sorpresa, abriendo de nuevo un capítulo del debate educativo histórico y cultural, y su conflicto a la hora de interpretar los acontecimientos y enseñarlos a las nuevas generaciones, respetando la libertad de expresión sin herir unas sensibilidades cada vez más acusadas. En este sentido, y a propósito de la educación de las nuevas generaciones, Armando Zerolo, profesor de Filosofía Política y del Derecho aplicado a las Ciencias de la Comunicación en la Universidad CEU San Pablo insiste en que «educar la razón implica al menos dos aspectos: que al alumno se le ayude a descubrir el fondo positivo de la realidad, y que el alumno aprenda también a tener una cierta independencia en el uso de la misma. El problema de la cancelación como actitud propia de culturas de raigambre calvinista es que, por un lado se introduce el miedo como factor de conocimiento y por otro, no menos grave, que el juicio sobre lo verdadero y lo falso se acaba delegando en una autoridad impuesta. El resultado no es, por tanto, una educación en el uso correcto de la razón, sino un adoctrinamiento propio de sistemas totalitarios».

Por eso, más que nunca se aviva la polémica en torno a la prohibición o el control público de los contenidos, desvelando la posición de apertura a la comprensión de la Historia o la cerrazón que nace de la sospecha y que parece, más bien, la metodología dominante en los últimos acontecimientos, tan cercanos a la censura.