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Detalle de portada de «La nostalgia de la Mujer Anfibio» de Cristina Sánchez-AndradeAnagrama

Era infeliz en su matrimonio

La nostalgia de la Mujer Anfibio confirma que Sánchez-Andrade no es una de las mejores autoras que tenemos por casualidad, sino que la consolida como maestra de nuestras letras.

anagrama / 265 págs.

La nostalgia de la Mujer Anfibio

Cristina Sánchez-Andrade

El otro día, en su pódcast, decía Javier Aznar que es muy difícil escribirle un prólogo a un amigo sin que se note todo el cariño que sientes por él. Lo que Javier no tuvo en cuenta fue que en ese caso habría que estar tranquilo, porque nadie jamás se ha leído el prólogo de un libro. Las reseñas son otra historia, pero supongo que escribir sobre lo último de una escritora a la que admiras profundamente va un poco en la misma línea. Intentaré que no se note el cariño que por ella siento, ya solo sin conocerla.

Cristina Sánchez-Andrade (1968) es una autora gallega que no todo el mundo conoce. Más que pronunciar esta frase con el pecho hinchado de quienes, incrédulos, te preguntan cómo es que no te suena ese director uzbeco ciego que es la sensación del momento en Yemen, lo hago con la pena de no entender cómo es posible que no se conozca a Sánchez-Andrade, como mínimo, en el mundo entero. Cristina es la mejor escritora desconocida de España.

Si hoy podemos leerla es gracias a que la editorial Anagrama decidió, con buen ojo, publicar sus obras, y a sus letras llegué yo por El niño que comía lana a principios de 2020. Fue entonces cuando, entre sus páginas, deseé poner en pausa mi vida y quedarme leyendo esos relatos para siempre —lo que no imaginé es que íbamos a ser todos los que nos quedáramos un buen rato con la vida en pausa—.

Puestos en marcha otra vez los engranajes de la cotidianidad, mi agenda en los últimos estertores de 2021 y principios de este otro que todavía tengo que pensar cómo se llama para no confundirme, se ha regido no por la Navidad o el Día de Reyes, sino por la fecha en la que llegaba a las librerías lo nuevo de CSA: 19 de enero de 2022.

Su protagonista tiene nombre épico y maneras típicas gallegas, una melena que le llega hasta los pies y muchos secretos que guardar

La nostalgia de la Mujer Anfibio es una novela ambientada en Galicia, tierra ignota para una murciana como yo que ha terminado conociéndola y sintiéndola familiar de la mano de esta autora. Su protagonista tiene nombre épico y maneras típicas gallegas, una melena que le llega hasta los pies y muchos secretos que guardar. Lucha Amorodio. Situada la novela en los días posteriores al naufragio del Santa Isabel en la ría de Arousa y el vuelco personal y acallado que aquel suceso supuso en su ser, años después Lucha continúa su vida con su marido, su pasado y su pequeña nieta Cristal. 

Desde 1921 hasta las primeras elecciones de 1977, la novela hace un recorrido por la historia de la España rural, travesía que nos permite ver con claridad los cambios que sufrió esta generación de gallegos que se abrían al mundo al tiempo que acallaban bajo mil losas los tormentos de su mundo interior. Y es que «la vida no es la que vivimos, sino la que nos interesa recordar para luego contar».

Cada pieza que compone esta historia encaja perfectamente en la armadura de la narración, los personajes resultan entrañables u odiosos, según la intención de la autora, pero nunca indiferentes

Con una narración que combina con destreza hechos reales e ingredientes surrealistas y lo adereza todo con ternura, elementos góticos y dosis de humor, Sánchez-Andrade demuestra, una vez más, que las historias pueden escribirse o escribirse muy bien, y ella se esfuerza siempre para ser ejemplo de la segunda opción. Así, cada pieza que compone esta historia encaja perfectamente en la armadura de la narración, los personajes resultan entrañables u odiosos, según la intención de la autora, pero nunca indiferentes; y con su pericia literaria llegamos a palpar los olores que inundan la ría y hasta terminamos por degustar el tacto de los materiales. Leer a Cristina es asistir a una lección de escritura por el precio de lo que cuesta un libro.

En cuanto cierro la novela, empiezo ya a sentir nostalgia de aquellos tiempos en los que Cristina Sánchez-Andrade era una desconocida, de cuando solo unos pocos reparábamos en su maestría. Puede que no falte mucho para que me convierta en la versión literaria del profeta del cine uzbeco, y que se me hinche el pecho cuando le den el Nobel o algo mejor y pueda decir que yo ya la había leído. Puede que ese día llegue pronto y coincida con el lanzamiento de su próximo libro. Agradecería mucho que comunicaran la fecha pronto, para así poder ir apuntándola en mi agenda.