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Portada de «Carlos V» de Jaime Ignacio del BurgoAlmuzara

«Carlos V. Emperador de Occidente y pacificador de Navarra»

Un libro necesario en el actual panorama historiográfico sobre la historia de Navarra

ALMUZARA / 664 PÁGS.

Carlos V

Jaime Ignacio del Burgo

El actual panorama editorial navarro se encuentra plagado de obras históricas con un claro tinte nacionalista. De los pocos autores que se enfrentan a esta situación tenemos a Jaime Ignacio del Burgo, que desde sus obras intenta mostrar a la sociedad navarra una historia verídica de lo que es la historia de Navarra. Libro tras libro ha luchado en esa batalla cultural que se libra en Navarra entre toda una serie de editoriales y autores nacionalistas bien asentados en la sociedad y apoyados ampliamente con subvenciones y dinero público. Jaime Ignacio del Burgo lleva toda una vida defendiendo desde la política y desde la cultura la existencia de una Navarra foral dentro de España. Su trabajo ha sido siempre muy académico. Siempre ha trabajado muy bien todas las fechas y todos los datos, teniendo siempre en cuenta los documentos y la bibliografía adecuada a cada momento.

Sin embargo, la gran cantidad de títulos o los diversos autores nacionalistas muestran una realidad parcial, politizada y desde la ucronía. Estos historiadores intentan mostrar la historia de Navarra sin encuadrarla en antecedentes históricos o posteriores, y buscan explicar el pasado desde la actualidad. Además, muchas veces estos historiadores han intentado dar los carnets de historiador, y todos los historiadores que no comulguen con su ideología se les considera que no son historiadores.

Jaime Ignacio del Burgo ha sido político, abogado y es historiador. Su labor de historiador siempre ha tenido como finalidad, al igual que su labor como político, mostrar la historia de Navarra dentro de la unidad de España, la defensa de la foralidad de Navarra desde la historia, y enfrentarse a historiadores nacionalistas que buscan tergiversar la historia de Navarra para hacer creer a la sociedad que existió un estado vasco y que los únicos verdaderos navarros son aquellos que defienden la dependencia de Francia, pero no de España. Esta labor la ha realizado tanto dentro de Navarra como en el resto de España.

La historia de Navarra con el reinado de Carlos V

El nuevo libro de Jaime Ignacio del Burgo se centra en la historia de Navarra con el reinado de Carlos V. Muchos libros se han escrito sobre Carlos I de España, V de Alemania y IV de Navarra, pero prácticamente ninguno se centra en su labor en Navarra. Algunos hablan de Navarra de forma tangencial, como algo secundario dentro de la historia de Navarra. Para llegar al reinado de Carlos V, el autor comienza con el reinado de la Casa de Evreux, con Carlos III de Navarra.

Lo que busca el autor es explicar la guerra civil que tiene lugar entre los agramonteses y los beaumonteses y un tema tan complejo como es el del Príncipe de Viana y sus intentos por lograr la corona de Navarra. La guerra civil entre agramonteses y beaumonteses encontrará rápidamente el apoyo de Francia y de España en su enfrentamiento que tendrá lugar en Europa.

Los agramonteses y los beaumonteses formaron dos grupos diferentes que se enfrentaron entre sí y que buscaron apoyos externos para los fines que pretendían para Navarra. Castilla, Aragón y Francia jugaron en el tablero navarro sus bazas para poder controlar un territorio con posesiones al norte y al sur del Pirineo. Cuando Navarra entró a formar parte de la Corona española, los franceses intentaron mantener su influencia sobre el territorio navarro.

Muchos historiadores nacionalistas intentan centrar la mirada solamente en Navarra, olvidándose que Navarra solamente es un peón más dentro de ese gran conflicto que fue la guerra entre Francia y España desde la llegada de Carlos V. No quieren contextualizar los diferentes sucesos, para de esta forma, considerar la historia de Navarra como algo diferente a todo lo que iba ocurriendo fuera de Navarra. Hablan de la batalla de Noáin como si fuese una de las grandes batallas de la época, pero no es así. O buscan en la defensa de Maya algo espectacular militarmente cuando no lo es. No colocar los diferentes hechos dentro del contexto internacional, hace que la historia quede coja, sin embargo, el libro de Jaime Ignacio del Burgo logra insertar los sucesos que tienen lugar en Navarra dentro del contexto histórico preciso.

Durante todo el recorrido de las páginas del libro, de forma ordenada, incluyendo documentos históricos de gran interés, recorre la historia de Navarra hasta Carlos V. Es muy interesante la parte correspondiente al idioma vasco en Navarra, en el que analiza la imposibilidad de conocer el número real de vascoparlantes en Navarra.

Acaba con mitos como la falta de apoyo de Navarra a la corona de Castilla, Maya o Noáin. Nos señala los grandes apoyos que hubo en Navarra hacia la corona de Castilla. También habla de las tropas que lucharon en cada bando, mostrando la gran cantidad de navarros (y no digamos de vascos que se beneficiaron económicamente de la anexión de Navarra), que lucharon en el bando de Castilla.

El mito de los defensores del castillo de Maya que fueron denunciados por pillaje por los habitantes del Baztán o el que entre las tropas castellanas que se dirigían hacia Maya, hubo muchísimos navarros y se volvió a producir lo que siempre se había dado en Navarra el enfrentamiento entre beaumonteses y agramonteses. Trata el monolito de Maya en el cual aparecen unos héroes imaginarios, alguno de los cuales llegaría a tener cargos en Navarra. Los historiadores nacionalistas hablan de la gran resistencia que se produjo en Maya cuando la realidad demuestra que no fue para tanto.

Muchos de los hechos que se narran son perfectamente incluidos dentro del contexto internacional del momento, en ese enfrentamiento que se produjo entre Castilla y Francia.

Al final del libro realiza unas afirmaciones que todos los historiadores y todos los lectores debieran tener en cuenta, la mayoría del relato del libro, como el de la mayoría de los libros de este período, solamente tiene presente a las personalidades, a los nobles o a los reyes, es imposible saber qué opinaban los habitantes de Navarra. El pueblo llano lucha por su señor, sin tener ni idea, de verdad, qué suponía el apoyo a un señor u otro. Hay que tener en cuenta que en aquella época la mayoría de los campesinos, los labradores, los ganaderos… vivían en su población y conocían muy poco de lo que conocían fuera de estos territorios. Esto les hacía unirse y combatir con el señor que tenían, sin saber la razón del combate o las alianzas y decisiones que ese señor tenía.

Estamos ante un libro necesario e imprescindible para poder entender muchas de los mitos creados por el nacionalismo. Un libro bien documentado, un libro pensado y meditado profundamente, y que debieran leer muchos navarros y españoles que no tienen clara la realidad histórica de Navarra. Es preocupante que en el resto de España haya mucha gente que crea que Navarra es vasca y no conozcan la realidad y la historia de esta Comunidad Foral formada por navarros.