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Portada de «Poco se habla de esto» de Patricia LockwoodAlpha Decay

'Poco se habla de esto': el internet de las cosas que importan

La periodista y poeta Patricia Lockwood debuta con su primera novela, que oscila entre la presencia en internet, la (des)conexión y la vida real.

¿Cómo descubrís nuevos libros? Obviamente, el primer recurso de cualquier Lector de Bien es acceder a la nutrida sección de Libros de El Debate y ver qué nos traen reseñistas como Gonzalo Núñez o Fernando Bonete. Pero yo, aparte de hacer eso, también entro en Twitter. Y cuando consigo abrirme paso entre fotogramas de pelis de Woody Allen, bodegones de libro con taza de té e imágenes de Pinterest que ya tienen los bordes desgastados de tanto postearlas, a veces doy con cositas.

Una de ellas fue este extracto: «En memoria de todos los que perdimos en el 11S, el hotel servirá gratuitamente café y minimadalenas de 8:45 a 9:15». Si algo me gusta más que el cinismo eso es el uso de la grafía «madalenas», por lo que se volvió prioritario investigar de qué libro provenía una cita tan genial. En dos clics obtuve la respuesta: Poco se habla de esto.

Este título tan sugerente se metió en 2021 en la lista de los diez mejores libros del año según el New York Times al mismo tiempo que su autora, la periodista, poeta y ensayista Patricia Lockwood (1982), resultaba con él finalista del Booker y el Woman Prize del año pasado. Poco se habla de esto es su primera novela y, sea esto bueno o malo, creo que no ha dejado a nadie indiferente.

alpha decay / 202 págs.

Poco se habla de esto

Patricia Lockwood

La protagonista de esta historia –desconocemos su nombre y el de cualquier otro personaje– está muy enganchada a «el portal», un espacio de internet repleto de memes, vídeos absurdos, gente muy enfadada o encantada de exhibir su felicidad y noticias falsas. ¿Nos suena? Que en tu mente lo llames Twitter o Instagram ya dependerá de a qué red social estés tú más enganchado; la cuestión es que resulta muy fácil ponerse en la piel de esta chica. Ella, totalmente absorbida por este universo virtual en el que ha adquirido cierta fama, se pasa el día revisando publicaciones, abstraída, ajena a las amenazas de la realidad que la rodea. Nos vuelve a sonar.

Poco se habla de esto se divide en dos partes y Lockwood echa mano de pequeños fragmentos, de no más de una página de extensión, para mostrarnos fogonazos del día a día de la protagonista, publicaciones con las que se cruza, breves pensamientos, breves situaciones. Este recurso emula, de forma muy efectiva, la fugacidad de las redes sociales, donde todo son fotografías de un instante en el que no llegamos a abundar, bien porque no estamos ahí para perder tiempo y energía pensando en algo de más, sino para evadirnos; bien porque ya asoma la siguiente publicación por la esquina y quizá sea más merecedora de nuestra atención. Conseguimos así, con estas instantáneas que va alineando en la historia, formarnos una idea bastante completa del universo que la rodea, de la red que contiene su vida y su rutina, que inequívocamente se parece mucho a la que también nos contiene a nosotros.

«Poco se habla de esto» es una radiografía del momento en el que vivimos y una invitación a repensar lo prioritario y lo accesorio

Pero esta frivolidad e inmediatez dará un vuelco en la segunda parte de la novela, cuando la protagonista tendrá que enfrentarse al mundo real por la fuerza y dejar a un lado todo lo que ocurría tras la pantalla. Un giro emocional que no me esperaba y que me descolocó por completo. Sin embargo, en esta novela ocurre que si lo fragmentario no tiene por qué ser enemigo de la empatía, tampoco creo que se lleven muy bien, ya que en ocasiones se hace complicado conectar con unos personajes y unas situaciones trazadas a brochazos. Además, el lenguaje internetero milenial que se utiliza, muy pertinente, pero de tradición irónica y desapegada, tampoco es que contribuya a sumergirnos fácilmente en el relato.

Puede que todo esto fuera una clara intención de la autora para que nos esforzáramos en entender nuestra realidad, tan compleja (me acordé del «Howl» de Ginsberg mientras lo leía, de Pynchon, de la escritura tantas veces críptica y llena de obstáculos de David Foster Wallace), pero si alguien ha tenido que hacer un esfuerzo en este libro para descifrarlo esa ha sido su traductora: Inga Pellisa, toda mi admiración hacia su trabajo; qué resultado tan excelente. Inga ha sabido captar, ya desde su título Poco se habla de esto (en su versión original No One is Talking About This; la versión en español con un tono mucho más Twitter friendly, dónde va a parar), el estilo desenfadado de Lockwood, el mood milenial; se ha empapado del lenguaje de internet y ha volcado en su traducción todas las expresiones (literal y figuradamente) de la contemporaneidad. Qué maravilla.

Este no es un libro fácil, ni en fondo ni en forma. De tan fragmentario, a veces se nos escapa lo que se nos está diciendo y tenemos que volver a leer esa frase, ese párrafo, ese post. Pero lo releemos con gusto y disfrutamos por el camino. Poco se habla de esto es una radiografía del momento en el que vivimos y una invitación a repensar lo prioritario y lo accesorio. Puedes leerlo o no, pero entre seguir tirando del scroll infinito o invertir ese tiempo en un libro, yo tengo la elección clara.