'La máquina de amor sagrado y profano' de Iris Murdoch
Un libro incómodo pero acertado sobre la fidelidad matrimonial. Murdoch plantea cuestiones morales de manera inquietante y poco convencional
Iris Murdoch también fue filósofa y novelista, pero muy consciente de la disociación entre ambos mundos. Para ella, la mente analítica resuelve los problemas de una manera «austera, desinteresada, franca», mientras que la literatura mira a la imaginación para mostrarnos algo «misterioso, ambiguo, particular» sobre el mundo. La narración no muestra soluciones, sino que plantea preguntas.
Me parece que la obra literaria de Murdoch responde fielmente a sus ideas. Sus narraciones tienen un planteamiento moral, pero no pretende decirnos qué es lo bueno o lo malo (aunque ella lo tenga claro), sino dar las herramientas para que el lector se forme sus propias opiniones. Esto provoca una lectura incómoda, que remueve las entrañas y te deja con una inquietud de fondo tiempo después de haberlos terminado.
La máquina de amor sagrado y profano plantea el dilema de un personaje que tiene que decidir entre el amor conyugal hacia su esposa y el amor pasional hacia su amante. El tema es tan viejo como el ser humano y se ha tratado de mil y una maneras diferentes. A pesar de eso, Murdoch logra ser original en su planteamiento y en sus conclusiones.
Murdoch, en su apuesta por disociar su obra filosófica de la narrativa, no se conforma con no utilizar sus novelas como mero ejemplo de sus ensayos (y mostrar por tanto una subordinación). Logra hacer algo aún más difícil: escribir libros entretenidos. Conoce los mecanismos de misterio y sorpresa propios de la literatura más popular y no duda en aplicarlos a sus argumentos. De hecho, si nos quedáramos solo con el esqueleto argumental, La máquina de amor sagrado y profano no pasaría de ser una novela rosa bastante melodramática. El resultado, nada despreciable, es una novela que además de profunda es muy entretenida.
IMPEDIMENTA / 424 PÁGS.