'Catolicismo inglés': de la Guerra de las Dos Rosas a la actualidad

El libro de investigación que ha escrito Nuría Ríos aporta varias novedades. Por un lado, damos oportunidad a nuestros jóvenes investigadores para que desarrollen sus valores en temas que hasta ahora eran complicados por el coste de las estancias en el extranjero y el perfil bajo de nuestros conocimientos de idioma. La globalización de las tecnologías y el cuidado lingüístico de nuestra educación nos va proporcionando una nueva generación de investigadores que pueden escribir de temas que hasta este momento solían ser trabajos de nativos traducidos al español, con lo que se perdían detalles al estar referidos al público de habla inglesa, y aunque el nivel de los traductores en España es sobresaliente, se necesitaban trabajos de temas extranjeros realizados por autores españoles.

En este caso tenemos un trabajo serio, breve, como gusta en la actualidad nuestros jóvenes, que víctimas del mundo audiovisual se muestran incapaces de digerir numerosas páginas de un libro. Sobre el catolicismo inglés, un tema que tiene numerosos lectores, esencialmente por la relevancia de las obras y vidas de muchos escritores ingleses conversos al catolicismo, como El Señor de los Anillos o Crónicas de Narnia, aunque C. S. Lewis fue anglicano y no católico, a pesar de su proximidad. Autores actuales como el profesor Joseph Pearce han creado una verdadera corriente de interés por el este mundo desconocido y a su vez tan rico literariamente. Otros profesores españoles, como Eduardo Segura, experto en la obra de J.R.R. Tolkien o Emilio Domínguez, en la obra de Roy Campbell, han ido abriendo espacios e interés por el contexto del cual surgieron estos autores.

En el caso de Nuria Ríos, pertenece a esta nueva generación de investigadores que con su trabajo ha pretendido ayudar a completar la temática de este espacio tan demandado del mundo británico católico. El catolicismo inglés está muy trabajado desde el periodo de la emancipación de 1829 y la conversión del beato John Henry Newman, con protagonistas excelsos como Gilbert K. Chesterton y Evelyn Waugh. En este caso, la autora ha querido ir al inició, al nacimiento de la Inglaterra Tudor y a la persecución y desaparición del catolicismo, que dará posteriormente unas características propias en su renacimiento en el siglo XIX.

La obra de Nuria Ríos ha sido vertebrada en tres bloques; una primera, dedicada a los antecedentes históricos de la Guerra de las Dos Rosas, la lucha entre los Lancaster y los York, que traerá el triunfo del primer Tudor; una segunda, dedicada a la hegemonía Tudor, donde su más famoso monarca, Enrique VIII, protagonizó el cisma anglicano y el inicio de la represión sobre los católicos. La labor de sus tres descendientes ayudará a consolidar la autoridad real de los Tudor sobre la nobleza, con diferentes características en cada cual, incluso con María Tudor en el intento de regresión del proceso cismático y una vuelta a la reintegración a la Iglesia Católica; la tercera parte última, describe de una manera breve y esquemática el resurgimiento del mundo católico en el siglo XIX, su conquista de sus derechos civiles, culminando en tiempo reciente en el nacimiento de los ordinariatos, instituciones jurídicas nacidas al amparo del derecho Canónico para dar cobijo dentro de la Iglesia católica a los anglicanos deseosos de volver a la comunión con el Papa, pero sin perder su riqueza litúrgica.

El apoyo bibliográfico ha sido principalmente en inglés y el libro se ve completado por un apéndice de anexos donde se recoge el Acta de supremacía, el Acta de emancipación de los católicos, o la constitución apostólica Anglicanorum coetibus de Benecito XVI donde recogía la fórmula jurídica donde los anglicanos deseosos de unirse al catolicismo mantendrían su personalidad cultural.

Un libro sencillo, breve, pero necesario en su complementariedad con los que van apareciendo e imprescindible para poder desentrañar los difíciles vericuetos en el que se vio la familia Tudor hasta la asunción del poder y su posterior control derrotando a los estamentos supervivientes. El fallecimiento de la reina Isabel II y el boato de su entierro ha favorecido que muchos se pregunten cual fue el origen del poder de los monarcas ingleses, y las causas de su ruptura con la Iglesia Católica.