'A propósito de Ferlosio': biografía intelectual de un heterodoxo

Rafael Sánchez Ferlosio es uno de los hijos extraños que la híbrida y mestiza cultura española provoca cada muchos años, como un gen recesivo que no termina de desaparecer. Salen por generación espontánea, sin antecedentes conocidos y en muchos casos sin seguidores constantes. Se quedan ahí, como un magnífico poste cultural al margen de la corriente de los siglos.

Tal vez sea Fernando de Rojas el primer fruto de ese raro árbol. En el siglo XX contamos con dos excelentes ejemplares: Juan Goytisolo y Ferlosio. Dos figuras cuyos notables paralelismos (misma edad, profunda independencia ideológica y una sorprendente longevidad) son tan perfectos que provocan que sus vidas sean dos líneas que solo se juntan en el infinito, como se aprecia al observar la ausencia del catalán en el excelente libro que estamos reseñando.

Carlos Femenías ha escrito el primer libro importante sobre Ferlosio. Siempre es arriesgado trabajar a un autor vivo (me vienen varios casos de llamativas refutaciones ad verecundiam por parte de los estudiados) y tal vez por eso ha tardado tanto en llegar, pues no hace mucho que Ferlosio nos ha dejado. Pero el libro nos llega en excelentes condiciones, pues es la obra de un trabajo de años y no un texto escrito con las prisas de las necesidades editoriales.

Según entiendo, este ensayo tuvo su origen en una tesis defendida hace poco más de un año. No lo puedo comprobar porque el texto aparece embargado hasta dos años después de su lectura. En cualquier caso, me figuro que mucho habrá de una en otra. Fueron Jordi Gracia y Domingo Ródenas los directores y su denominación me parece reseñable pues su marca está presente en este libro. Pienso que fue Gracia el primer filólogo que rompió el muro entre el estudio académico de rigor y el ensayo creativo con Estado y cultura.

Estamos acostumbrados a que un libro especialista deba ser incomprensible para los no iniciados, farragoso para todos y saturado de referencias, como si hubiera un complejo del impostor oculto tras cada investigador de humanidades. Es tan fina la línea entre la interpretación y la opinión que solo se puede trabajar con valentía e inteligencia.

Femenías ha sido buen discípulo y en este libro ha combinado perfectamente esos dos tonos, incluyendo incluso la arriesgadísima primera persona del singular. Tiene, además, la poco habitual facultad de estar muy bien escrito, no solo por la claridad sino por la vistosidad del estilo.

Como digo, aunque tenga un origen académico, A propósito de Ferlosio no es el habitual caso de tesis que se le da un lavado de cara para presentarlo como libro publicado y que consiste básicamente en sustituir la palabra «tesis» por «libro» y poner la notas al final (un proceso que está automatizado y con MS-Word puede hacerse en unos dos minutos).

Sin embargo, no se le puede quitar su carácter especialista. Se habla mucho de Ferlosio, pero no es una biografía de Ferlosio. Para disfrutar su lectura hay que conocer muy bien el ambiente cultural de la posguerra española y, por supuesto, haber leído mucho más que Alfanuí y El Jarama. Este libro exigiría una reseña en revista académica (que llegará, en unos cuantos años), no una crítica generalista como esta que escribo. En este sentido me veo obligado a señalar sus dificultades para el público no especialista, que se puede encontrar muy perdido por falta de referencias.

Podemos denominar este libro como una biografía cultural de Ferlosio. Un repaso de su evolución intelectual desde la inmediata posguerra hasta la entrada de España en la OTAN. Es un libro exhaustivo en lo intelectual, pues encaja su obra con el devenir español, y sin embargo, hay una especie de pudor por entrar en el Ferlosio humano. Se analiza su cabeza en profundidad, pero se pasa por puntillas por su biografía. Poco se dice de su relación con su padre (Sánchez Mazas), con sus hermanos (Chicho Sánchez Ferlosio y Miguel Sánchez-Mazas) o con su primera mujer (Carmen Martín Gaite) y si aparecen es de forma tangencial y como pidiendo perdón. Incluso cuando el autor se ve obligado a bajar al plano biográfico se siente obligado a excusarse con frases como «es ya tópico comentar…» o «todos sabemos que…».

La única concesión al Ferlosio humano aparece al final del libro, y en forma de impactante fotografía: una de las últimas que se le tomó, ya en la pandemia, portando una mascarilla FPP1, con la corbata negra «que le acompañó inseparable en duelo vitalicio por la muerte de su hija» sucedida más de treinta años atrás.