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Portada del libro «Una vidriera en Leópolis», de Zanna SloniowskaAlianza Editorial

'Una vidriera en Leópolis', cuatro generaciones unidas por la lucha de una nación por su identidad

La escritora polaca-ucraniana Zanna Sloniowska presenta una interesante reflexión sobre la identidad ucraniana cuando la nación lucha por su supervivencia

Con una identidad a caballo entre las raíces polacas y las ucranianas, la ciudad de Leópolis –en el occidente de Ucrania– es un símbolo de las señas nacionales del país, donde se resumen sus vicisitudes históricas, donde el espíritu multicultural de la nación se percibe con más fuerza y desde donde se pretenden construir los pilares del puente hacia Europa.

Leópolis fue protagonista de los primeros compases de la invasión rusa a Ucrania, aún en curso, cuando se convirtió en refugio para los habitantes de Kiev –y de otras partes de la geografía nacional– que huían de las tropas del Kremlin.

La ciudad de Leópolis es la protagonista de la novela de la escritora polaca-ucraniana, Zanna Sloniowska, Una vidriera en Leópolis. Un protagonismo que comparte con cuatro mujeres –bisabuela, abuela, madre e hija– que conviven en un mismo piso de una casa cuya vidriera, convertida en un decrépito monumento nacional, parece un espejo en el que se mira la nación.

Con ecos autobiográficos, el argumento principal de la novela gira alrededor de la identidad ucraniana. En la familia se entrelazan los orígenes ucraniano, ruso y polaco, que emergen de forma conflictiva y tienen su contrapunto en las relaciones entre las cuatro mujeres, con sus diferencias generacionales, sus esperanzas, sus peleas y su destino trágico.

Alianza editorial / 264 págs.

Una vidriera en Leópolis

Zanna Sloniowska

La familia queda marcada por la muerte de Marianna, la madre de la narradora, soprano de la Ópera de Leópolis y mártir de la lucha por la independencia de Ucrania tras la caída de la Unión Soviética.

Las cuatro mujeres sobrevivieron a las principales tragedias de la historia reciente de Ucrania: el triunfo del comunismo soviético, la Segunda Guerra Mundial, la lucha por la independencia y la revolución del Maidán en 2014. Pero deben cargar con las consecuencias de su supervivencia.

Publicada en 2015, cuando el país se encontraba inmerso en la marejada de las revueltas europeístas, con el inicio de la guerra en el Donbás y el trauma por la ocupación rusa de Crimea, Una vidriera en Leópolis toma el pulso al sentir de la sociedad ucraniana en un momento de crisis nacional, con una potencia extranjera enemiga a las puertas de la nación.

La narradora y protagonista del libro tiene sólo 12 años cuando es testigo del asesinato de su madre durante una protesta contra la represión política. La muerte violenta de su madre es el trauma que la niña arrastrará el resto de su vida, al igual que su madre, su abuela y su bisabuela arrastraban sus propios traumas. Abandono, muerte, desencanto son experiencias con las que deben bregar las tres mujeres.

Las cuatro funcionan como reflejo del dolor de la nación ucraniana por su traumático proceso de constitución como Estado soberano. Una nación vulnerable como la vidriera que da nombre al libro, frágil, temblorosa, que se cae a pedazos con la vibración de una obra vecina.

O como ese teatro de la ópera de Leópolis, cuyos pilares amenazan con colapsar por las subidas de las aguas del río subterráneo sobre el que se ha construido.