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Portada de «María Josefa Molera Mayo, una científica izabar» de Alfonso V. CarrascosaGobierno de Navarra

María Josefa Molera Mayo: la biografía de una científica de talla internacional

Alfonso V. Carrascosa protagoniza una labor encomiable en la visualización de los científicos españoles, ahora con María Josefa Molera Mayo, una importante científica de reconocimiento internacional en las áreas de cinética, fotoquímica y cromatografía

Alfonso V. Carrascosa, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), protagoniza una labor encomiable en la visualización de los científicos españoles, gran parte desconocidos, entre ellos las mujeres que iniciaron su camino en el mundo de la ciencia. En esta ocasión, el Gobierno de Navarra editó su obra María Josefa Molera Mayo, una científica izabar, con motivo del centenario de su nacimiento. El autor recoge los hechos más relevantes de su vida personal, familiar y de relevante trayectoria científica.

El libro cuenta con un prólogo del científico Pedro Miguel Echenique, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y Medalla de Oro de Navarra y dispone de abundante material gráfico procedente de su familia. La importancia del libro es dar a conocer a una desconocida para el público en general, María Josefa Molera Mayo, quien desarrolló una trayectoria científica, en las áreas de la cinética, fotoquímica y cromatografía. Científica de reconocimiento internacional, recibió el Premio Alfonso X el Sabio del CSIC, el Premio Perkin-Elmer y la Medalla de Química de la Real Sociedad Española de Física.

gobierno de navarra / 133 págs.

María Josefa Molera Mayo, una científica izabar

Alfonso V. Carrascosa

María Josefa Molera Mayo nació en la villa navarra de Isaba el 23 de enero de 1921. Sus padres, el oficial de carabineros, Julio Molera y Onofra Mayo natural de Isaba. Por los destinos de su padre militar pasó su niñez en la bella ciudad de San Sebastián donde aprendió el francés en el colegio y después el inglés. En la guerra civil, su padre pudo pasar a zona nacional muriendo al frente de su batallón. La familia se trasladará a Madrid donde será una de las primeras universitarias, doctorándose en Ciencias Químicas y dedicándose a la investigación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), institución recién fundada en aquel entonces. El 12 de agosto de 1957 contrajo matrimonio con el donostiarra Joaquín Hernáez Marín, profesor de Investigación del CSIC, y catedrático de Metalurgia Física en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense, compartiendo con él medio siglo de vida, tres hijos y siendo ejemplo como esposa y madre.

En su labor científica destacó no sólo a nivel nacional, si no a nivel internacional, cuando por sus conocimientos de francés e inglés ganó una beca que le permitió trabajar en el Physichal Chemistry Laboratory de la Universidad de Oxford (Reino Unido), durante el período 1950-1951, bajo la dirección del profesor Sir C. N.Hinshelwood, que fue Premio Nobel de Química en 1956. Por su posterior relevancia profesional en España, en 1959 trabajó en el Departamento de Química-Física de la Universidad de Sheffield con el profesor G. B. Porter, que recibió el Premio Nobel de Química en 1968. María Josefa Molera destacó no sólo como científica de renombre, si no por saber llevar su vida profesional con la familiar, de la cual estaba más orgullosa todavía. En sus años de madurez, aprendió alemán y ruso, para poder estar al tanto de los últimos artículos de sus campos de investigación.

Tras el retiro y convertida en abuela por sus hijos se dedicó a su gran pasión, la pintura al óleo y a la recopilación de recetas caseras de cocina, heredadas de una madre sabia en las viejas tradiciones. Un libro breve, interesante que nos descubre a una mujer excepcional en todas las facetas de su vida.