'¿Qué es la Edad Media?': lectura agradable y esmerada que desbarata los clichés sobre la Edad Media

Hace 25 años (22 de abril de 1998) la señora Régine Pernoud fallecía en París. Ella fue uno de los principales especialistas del siglo pasado en la Edad Media, y quizá uno de los historiadores y divulgadores cuya obra ha tenido mayor repercusión a la hora de desmontar la visión tenebrista sobre los mil años que distan entre el derrocamiento de Rómulo Augústulo (año 476) y la invasión turca de Constantinopla (1453). Bastantes de sus títulos son asequibles de lectura y precio, y siguen editándose en sellos como Rialp (Los templarios), Encuentro (San Martín de Tours) o Acantilado (Leonor de Aquitania, Eloísa y Abelardo, La reina Blanca de Castilla). En librerías de viejo se pueden localizar ejemplares de suculentas páginas suyas, como Los hombres de las cruzadas (editorial Swan, 1987).

El equilibro de Pernoud a la hora de escribir —cercanía al lector, manejo de fuentes, habitual fluidez narrativa, capacidad expositiva y retórica, sentido del humor— convierte sus libros en un lugar ameno donde escuchar a una maestra y humanista. El tono de Pernoud permite que sea agradable incluso disentir de su positiva valoración del Medievo —porque no faltan quienes la acusan de caer en el extremo opuesto, el de la leyenda rosa medieval. De hecho, al arranque de La Reina Blanca de Castilla, la historiadora asegura: «A principios del siglo XIII, son las mujeres las que hacen la Historia … La corte de Castilla era alegre y animada. Se encontraban en ella los más grandes juglares de su tiempo. Blanca, en su infancia, había oído cantar a Giraut de Borneil, a Uc de Saint–Circ y a Folquet de Marsella, antes de que éste se hiciera monje en la abadía del Thoronet».

Conviene anotar que las tesis de Pernoud no son tan novedosas como podría parecer. En El Álbum Iberoamericano (Madrid, febrero de 1892) se lee: «La época de las Cruzadas fué muy favorable á la mujer: siempre la religión ha prestado su apoyo, ha enaltecido, ha dignificado á nuestro sexo … En la época de las Cruzadas … fué preciso fiar á las mujeres la administración de los intereses y hasta la regencia de los reinos». Lo que sí cabría destacarse es que quizá sea Pernoud la autora que con mayor claridad y síntesis exprese una perspectiva que no sólo se contrapone a la leyenda negra de la Edad Media, sino que ensalza sus valores y una antropología enfrentada a la Modernidad.

Dicho de una manera simple, la señora Pernoud representa una interpretación bastante antagónica de la que muestra Umberto Eco en Il nome della rosa —si bien Eco postula en sus ensayos una descripción histórica más compleja que en esta célebre ficción protagonizada por Guglielmo da Baskerville. La reivindicación de la mujer —desde Juana de Arco hasta Hildegarda de Bingen—, del papel central del cristianismo y de instituciones premodernas conlleva una decisión que entronca con convicciones —además de una adecuada, laboriosa y profunda indagación académica. La apuesta de Pernoud por la Edad Media es la apuesta por un tipo de sociedad y de humanidad. En todo caso, su obra resulta tan necesaria como la de su compatriota Jacques Le Goff.

En ¿Qué es la Edad Media?, Pernoud repasa los grandes tópicos sobre esa etapa de la Historia, y aprovecha para añadir una serie de consideraciones acerca de la enseñanza escolar de esta materia. Pero no es un libro que se limite a desmentir los clichés, uno por uno, sino que aprovecha para urdir un entero tapiz en que se puedan observar en sus contextos los momentos y las vidas del hombre y la mujer medievales. El libro describe cuál era el êthos de aquellos siglos, sin ahorrar polémicas de ningún tipo y sin eludir alguno de los terrores y horrores que entonces se cometieron. La edición a cargo de Magisterio Español (1979 y 1986) contó con una apetitosa y encomiástica introducción redactada por el erudito Luis Suárez Fernández (Gijón, 1924), una referencia ineludible en los estudios medievales españoles. La editorial José de Olañeta publicó otra traducción (1998) con un título —Para acabar con la Edad Media— que calcaba el original francés: Pour en finir avec le Moyen Âge (París, 1977).