'Pessoa, el hombre de los sueños': las claves orgánicas de una vida polifónica

La heterogeneidad, dispersión y fragmentarismo de la producción pessoana, así como el desdoblamiento de su autor en múltiples identidades –sus célebres «heterónimos»–, han hecho de Fernando Pessoa (1888-1935) una figura sobre la que pesa más la leyenda que la realidad. La biografía que Manuel Moya acaba de publicar con Ediciones del Subsuelo –Pessoa, el hombre de los sueños– derriba ciertos chiclés que rondan la obra y la vida del escritor luso, tales como el carácter inédito de su producción (llegó a ver publicados cuatro de sus libros y más de 600 piezas entre poemas, folletos y artículos), su retraimiento o su supuesta «ausencia de vida».

A veces, y por contraste, tendemos a juzgar de sencillos los hechos que conforman la vida de los autores de las obras más complejas y descomunales. La existencia de Fernando Pessoa (1888-1935), poeta en el que parecían convivir varias conciencias independientes, fue más intensa de lo que se suele pensar. Él hizo lo posible por ocultarla y por ocultarse y la mayor parte de sus estudiosos han contribuido a ese borrado del yo. Pessoa, el hombre de los sueños se centra, en cambio, en experiencias vitales que dejaron impronta en su escritura, como la educación anglosajona que recibió en Durban, la ciudad sudafricana bajo administración británica en la que vivió siendo niño; o las tremendas decepciones y fatigas con las que terminaban todos sus proyectos.

El libro de Manuel Moya (Fuenteheridos, 1960), traductor de Pessoa y artífice de la mayor compilación de sus cuentos editada hasta la fecha, presenta al lector español, mediante un detallado viaje cronológico, las principales etapas de su vida, analizando los hechos que afectarán su obra y su cambiante perspectiva vital. Tarea difícil, ya que el portugués fue alguien que «desde muy temprano se dio a la ardua empresa de desaparecer».

Desde una infancia marcada por la muerte del padre y cierto aislamiento hasta su muerte por alcoholismo, pasando por la génesis de sus heterónimos, término que él mismo acuñó para referirse a las expresiones de «individualidades completas» fabricadas por él; asistimos a una vida en la que prevalece el horror a la realidad y la tendencia al escapismo. Pessoa fue, por encima de todo, un gran soñador. Esto no impide que también fuera un hombre de carne y hueso que se mantuvo muy atento a los grandes conflictos de su época -la caída de la monarquía en Portugal, la convulsa república, la Primera Guerra Mundial o la dictadura salazarista–.

También fue un trabajador incansable que intervino en la sociedad de su tiempo. Su condición de grafómano no le evitó tener que ganarse el pan como traductor, publicista, editor y vendedor ocasional de cuadros, libros y cartas astrales. Con su amigo Mário de Sá-Carneiro fundó Orpheu, revista cristalizadora del primer modernismo portugués. En esta y otras publicaciones creó y contrapuso de forma sucesiva sus propias corrientes vanguardistas –el paulismo, el interseccionismo y el sensacionismo. Obsesionado por el enigma de la vida, Pessoa escribirá por su necesidad orgánica de explicar el mundo. Su compromiso político, aunque rara vez implicó una participación personal activa, lo convirtió en un sonado polemista que influyó en la opinión pública de su época. Más remiso que huraño, contó con amigos fiables y duraderos.

La biografía ahora publicada pone también de relieve cuestiones menos conocidas del autor de El libro del desasosiego o Mensaje, como sus intereses y obsesiones –las novelas policiacas, la psiquiatría o las ciencias ocultas–, sin pasar por alto los aspectos más controvertidos de su personalidad cambiante: su filiación política ultraderechista, su fraternidad con la masonería, su alcoholismo o su problemática sexualidad.

Pessoa, el hombre de los sueños es una vasta semblanza de la corta pero fértil trayectoria de Pessoa. Se completa con una serie de apéndices y notas que aclaran muchos de los aspectos más ignorados de su peripecia vital e intelectual. Asimismo, una cuidada bibliografía permitirá al lector más interesado adentrarse en la vida del fascinante creador; una vida de trabajo ininterrumpido y anhelos malogrados, que se desarrolló al margen de cualquier reconocimiento de esfuerzo y de valía.