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Historias navales que superan la ficción

Cinco barcos de leyenda para surcar los mares literarios este verano

Historias reales de marineros y naves que, en muchos casos, superan a cualquier ficción

Los mares siempre han sido fuente de inspiración para la Literatura. De la Odisea a Moby Dick, los escritores han encontrado en las tablas de un barco el mejor lugar para explorar el alma humana y contraponerlo a la inmensidad del océano. Pero, a lo largo de los siglos, muchas historias reales de buques y marineros son capaces de superar cualquier ficción por su tragedia o heroísmo.

La galera Real de Juan de Austria

La participación de Miguel de Cervantes en la batalla de Lepanto (1571) unió para siempre a la literatura con este importantísimo hecho histórico. Fue él quién otorgó al choque el epíteto de «más alta ocasión que vieron los siglos», algo que, en su época no era del todo desacertado. El combate naval entre la Liga Santa y el Imperio Otomano frente a las costas griegas dirimió la supremacía de uno u otro bando en el Mediterráneo.

Aunque Cervantes luchó sobre la Marquesa, más relevante fue el papel de la galera Real, buque insignia de la coalición católica y comandada por Juan de Austria. El hijo ilegítimo de Carlos V lideró el ataque y sufrió el fuego en vanguardia. Tanto es así que, cuenta la leyenda, el Cristo crucificado que iba a bordo tuvo que doblarse milagrosamente para evitar una bala y adquirió la característica postura con la que puede verse hoy en la catedral de Barcelona.

Son muchas las recomendaciones posibles sobre la batalla de Lepanto. Para quienes opten por el ensayo, Desperta Ferro publicó en 2021 un excelente volumen con el sugerente antetítulo de La mar roja de sangre. Novelas histórica sobre el hijo ilegítimo de Carlos V hay muchas, El último cruzado, de Louis de Wohl y editada por Palabra, pueda ser una buena opción.

Portada de 'Lepanto. La mar roja de sangre'Desperta Ferro

La miseria del Batavia

La Compañía Holandesa de las Indias Orientales sufrió un duro golpe en 1629. Uno de sus buques, el Batavia, se perdía frente a las costas australianas con toda su tripulación. Fue solo el comienzo de un drama absoluto en el que se descubrió lo peor del hombre. Cerca de 200 personas sobrevivieron y trataron de organizarse en el pequeño islote en el que arribaron. Mientras el capitán de la nave hundida partía en busca de ayuda, un salvaje boticario llamado Jeronimus Cornelisz imponía el terror en su pequeño dominio. La arqueología ha comprobado cómo se organizó un régimen tiránico en el que los asesinatos fueron una constante hasta que pudo ser detenido.

Un pequeño librito de Simon Leys y publicado en Acantilado, Los náufragos del Batavia, relata esta negra historia de la navegación.

Portada de 'Los náufragos del Batavia'Acantilado

El Santísima Trinidad, un alcázar sobre las aguas

No pudo comenzar peor el siglo XIX para los intereses navales de España. La alianza con la Francia napoleónica derivó en un enfrentamiento a vida o muerte contra el Imperio Británico que tuvo su punto álgido en la batalla de Trafalgar (1805). Frente a las cosas de Cádiz, el almirante Nelson hizo honor a su fama y derrotó a las armadas española y francesa en una ignominiosa jornada para el vicealmirante galo Villeneuve.

En Trafalgar pereció la flor y nata de la marina española y se perdieron verdaderas joyas de la ingeniería naval. Con sus 120 cañones, el Santísima Trinidad lucía como buque insignia español y muy cara vendió su piel antes de ser tomado por unos ingleses que hicieron todo lo posible para evitar su hundimiento, algo que finalmente no consiguieron.

Si Cervantes es Lepanto, no cabe duda de que Pérez Galdós es Trafalgar. El primero de sus Episodios nacionales está centrado en la batalla a bordo de este Santísima Trinidad. Quienes prefieran una visión más moderna, Arturo Pérez-Reverte escribió una novela sobre el enfrentamiento en la que conjuga su particular estilo con su conocimiento sobre el mundo naval.

Portada de 'Trafalgar'Cátedra

La tragedia helada del Erebus

El 19 de mayo de 1845 el HMS Erebus y el HMS Terror parten de Inglaterra con el objetivo de encontrar una ruta viable en el conocido como paso del Noroeste, en el océano Ártico. Comandados por sir John Franklin, toda la expedición desapareció sin dejar rastro en el polo y no fue hasta 2014 cuando se recuperaron los restos del barco.

Atrapados en el hielo, los hombres de Franklin sufrieron el drama del frío, el hambre y las enfermedades. Su trágica historia ha sido investigada por Michael Palin, famoso comediante y miembro de los Monty Python, y recogida en el libro Erebus: historia de un barco. Además, a medio camino entre la historia y la ciencia ficción esta El Terror, novela de Dan Simmons en la que se cruzan la historia real de este grupo de marineros con los monstruos mitológicos de H. P. Lovecraft.

Portada de 'Erebus: historia de un barco'Ático de los Libros

La épica del Endurance

Del Polo Norte viajamos hasta el Sur para recordar a otro marino que trató de alcanzar los límites del mundo. La tenacidad de Ernest Shackleton lo llevó a viajar una y otra vez a la Antártida a pesar de acumular fracasos (aunque no lo fueran tanto). Su epopeya más recordada fue a bordo del Endurance, barco que hubo que abandonar en el hielo para protagonizar un tortuoso camino con el fin de salvar a su tripulación entre 1915 y 1916.

Portada de Endurance. La prisión blancaPenínsula

La vida de Shackleton supera con creces a muchos personajes novelescos. Es por eso que la biografía Los viajes de Shackleton a la Antártida, de Ediciones el Viento, se lee como un libro de aventuras. Además, Alfred Lansing ficcionó la historia del Endurance en La prisión blanca, reeditado ahora por Península.