Fundado en 1910

El dilema de Neo. ¿Cuánta verdad hay en nuestras vidas?

Para salir de la realidad simulada y fingida, hace falta tomar una decisión: ¿pastilla roja o azul?

David Cerdá se sirve de la trama de Matrix para abordar el problema de la verdad en nuestro tiempo: las dificultades que existen para aspirar a ella y también para alcanzarla, en mayor o menor grado

Matrix (1999) es una de las películas más conocidas de los últimos tiempos. Si uno inspecciona en Internet —la matriz en que vivimos a diario muchas horas—, se nos dice que es obra de dos hermanas: Wachowski. Pero lo cierto es que son dos hermanos: Larry y Andy. Que, con el paso de los años y una serie de peripecias vitales más que chocantes —por emplear un eufemismo—, decidieron someterse a una irrevocable intervención quirúrgica y cambiar sus nombres por otros femeninos. En cierto modo, parece que validan parte de la tesis de su largometraje: ¿la realidad existe por sí misma con plena consistencia, o lo que importan son nuestras percepciones?

Se trata de un discurso muy instalado en la Modernidad. La filosofía de Descartes se basa en poner en duda lo que nos indican nuestros sentidos —Aristóteles y Aquino sabían que nuestros sentidos son imperfectos, pero nos son de enorme ayuda para conocer el mundo con suficiente grado de certeza. Por eso, la frase más conocida de Descartes es «pienso, luego existo». El punto de partida, pues, soy yo encerrado en mi mente, sin referencias externas. Dos siglos después, Schopenhauer publicó un libro cuyo título condensa una parte esencial de su pensamiento filosófico: El mundo como voluntad y representación. El mundo no es otra cosa que percepción, la cual es resultado de una voluntad ciega e irracional. Y en esas andamos: lo que importa es cómo me siento yo; si yo me percibo mujer, soy mujer; si yo percibo que me ofendes, es porque te dedicas al odio y a la «máquina de fango».

Rialp (2024), 282 págs

El dilema de Neo. ¿Cuánta verdad hay en nuestras vidas?

David Cerdá García

David Cerdá, autor de libros como Filosofía andante y Ética para valientes, y que ha traducido a Shakespeare, Rilke y C. S. Lewis, se sirve de la trama de Matrix —elegir la pastilla azul del engaño o la roja de la lucidez— para abordar el problema de la verdad en nuestro tiempo: las dificultades que existen para aspirar a ella y también para alcanzarla, en mayor o menor grado. Este es un ensayo con una estructura y un recorrido muy elaborados, sin un solo pasaje dejado al azar, y repleto de citas de todo tipo —desde los clásicos hasta ejemplos cotidianos— y explicaciones que pretenden iluminar cada matiz de cada punto y epígrafe. La actitud metódica de este libro ya nos indica la intensidad con que el autor se toma el serio la necesidad de esforzarse en avanzar hacia la verdad. En frente, las amenazas son variadas. Empezando por el nihilismo o el relativismo, y continuando por las trabas que suponen los medios digitales, océanos de ruido, distracción e irrelevancia en donde lo significativo ha perdido su jerarquía.

En El dilema de Neo nos topamos con los dos grandes paradigmas mentales de nuestra hodierna postmodernidad: la verdad es lo que yo pienso; la verdad es lo que decide la mayoría. Cerdá refuta ambos —e insiste una vez y otra en la búsqueda de la «lucidez»—, y propone un recorrido que puede realizarse en varias etapas, de modo que incluso invita a adentrarse en este libro mediante docenas de «desafíos» y, así, superar la inacabada etapa de adolescencia en que nuestro desarrollo epistemológico se puede quedar anquilosado. En este sentido, un buen punto de arranque puede ser observar la distinción que Cerdá nos ofrece entre ideas, opiniones, hechos, argumentos, creencias y teorías. Si bien este volumen puede ser de gran provecho para profesores de Humanidades, va dirigido a todo tipo de lectores que reúnan un requisito: admitir que existe la verdad y que de nuestra decisión y esfuerzo depende que lleguemos a conocerla en grado suficiente.