Cinco clásicos reeditados para este verano

Pasada ya la primavera, momento álgido para la industria editorial, con las principales ferias del libro y las novedades de peso lanzadas, el verano se plantea como un respiro. Muchos lectores aprovechan para recuperar lecturas del año en curso y otros para sumergirse en los clásicos. En El Debate proponemos cinco clásicos que se reeditan estos días en diferentes editoriales para leer a los grandes en las ediciones más nuevas.

La canícula no es un impedimento, sino quizás un acicate, para viajar a los fríos páramos de Yorkshire con esta novela publicada en 1847 bajo el seudónimo de Ellis Bell. Debajo de este nombre se escondía Emily Brontë, quien a sus treinta años creó un clásico inmortal que ha despertado suspiros y pasiones desde entonces.

Arpa recupera este drama romántico, con ecos góticos y shakeasperianos que narra los amores del huérfano Heathcliff y Catherine Earnshaw. La identificación de los personajes con los parajes fríos y ventosos y sus desencuentros interesaron a sus contemporáneos pero no en la misma medida que a los lectores de las siguientes generaciones. Más de siglo y medio después, Cumbres borrascosas sigue siendo un imprescindible.

Seguimos en Inglaterra, es decir, con un autor británico que elevó a clásico instantáneo de la fantasía una trilogía situada en un tiempo y un espacio imaginarios. Fue en 1954 cuando Tolkien presentó al mundo su universo paralelo, la Tierra Media, donde situó la aventura del hobbit Frodo Bolsón en su desigual lucha contra el Mal. Hay poco que pueda decirse de este libro que no se sepa. Desde hace décadas es un long seller que goza de excelente salud y sus adaptaciones al cine no han hecho sino acrecentar el número de lectores.

La editorial Booket lanza ahora en formato bolsillo la trilogía compuesta por La comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del rey. Pueden adquirirse de manera individual o en estuche. Cuenta con una edición revisada y la traducción de Luis Domènech. Las vacaciones de verano son un momento perfecto para adentrarse por primera vez en este fascinante conjunto o para volver a él.

Las últimas dos décadas han sido para los lectores españoles las del redescubrimiento de la literatura mittleuropea. En los últimos años se han editado con gran éxito a autores olvidados por estos lares como Stefan Zweig, Joseph Roth, Arthur Schnitzler o el suizo que nos ocupa, Robert Walser.

Siruela fue una de las editoriales que nos llevó a enamorarnos del autor de El paseo hace ya una década. Sus libros, de formato breve y prosa cautivadora, entre la ingenuidad y la mordacidad, han ido vertiéndose al español con notable éxito. Jakob von Gunten es una de sus obras más importantes, una deliciosa narración en primera persona del alumno que da título al libro. «Aquí se aprende muy poco, falta personal docente y nosotros, los muchachos del Instituto Benjamenta, jamás llegaremos a nada, es decir que el día de mañana seremos todos gente muy modesta y subordinada».

Aunque tocó todos los palos (novela, relato, poesía, teatro) y alcanzó cotas muy inspiradas, Agustín de Foxá pasa por ser un autor semi-olvidado o a lo sumo recordado por su reinterpretación valleinclanesca de la Guerra Civil desde el bando Nacional con Madrid, de corte a checa. Espuela de Plata, que ha lanzado varios libros del conde de Foxá, reedita ahora sus relatos más notables, agrupados en el volumen Misión en Bucarest, título de uno de los textos que bebe de sus experiencias como diplomático.

Foxá es un raro en nuestras letras y algunos de estos cuentos lo acreditan, como sus insólitas narraciones fantásticas: ahí están Viaje a los efímeros o Hans y las hormigas. Sea en el género que sea, y también en estos cuentos, destaca su excelente prosa. Abre el volumen un prólogo de Luis Alberto de Cuenca.

Cerramos esta lista con una obra excepcional por su enorme influencia en los tiempos posteriores, ya que ayudó a fijar y dar esplendor a la leyenda artúrica que había recorrido la literatura europea durante toda la Edad Media. En plena Guerra de las Dos Rosas, el taller de William Craxton, primer impresor de Inglaterra, publicaba esta versión de la epopeya del Rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda. Era 1485 y la obra de Malory pasó a ser canónica.

«La muerte de Arturo es, como ha destacado L. D. Benson, la única obra literaria escrita en Inglaterra entre Chaucer y Shakespeare que aún es leída por un amplio público con renovado fervor y placer. Creo que el mérito fundamental, es decir, lo que ha convertido este texto en un clásico, es su estilo moderno en el recuento de un fascinante material mítico», escribe Carlos García Gual en el prólogo de esta edición