'Descifrando Israel'
A través de un completo recorrido por la geografía y la sociedad de Israel, Sal Emergui logra que el lector comprenda mejor un país poliédrico y lleno de matices
Llegó en 1997 con idea de permanecer unas semanas, que se han convertido en 27 años… y los que quedan. Ese es el tiempo que Sal Emergui lleva viviendo en Israel, país donde este conocido periodista ejerce de corresponsal y colaborador habitual de numerosos medios de comunicación.
Confluencias (2024). 524 Páginas
Descifrando Israel
Fruto de todas sus experiencias y de su profundo conocimiento del país, ha escrito Descifrando Israel, un exhaustivo recorrido por la geografía y las variopintas gentes que pueblan el país mediterráneo que permite al lector comprender mejor un país poliédrico y lleno de matices.
Su agitada historia, las diferentes religiones profesadas por sus habitantes, el trascendental papel del Ejército, el liderazgo tecnológico del que actualmente hace gala, el ácido humor israelí… no hay una sola faceta del país que escape a la pluma de Emergui, cuyo análisis huye de estereotipos para presentar tanto las luces como las sombras de Israel. A ello contribuye, sin duda, la inclusión de fragmentos de entrevistas realizadas por el autor a lo largo de los años a diferentes protagonistas de la historia y el presente de Israel, unos testimonios que abarcan desde antiguos presidentes y responsables del Mossad hasta representantes de los diferentes sectores religiosos, étnicos o económicos del país.
Quizá el mayor mérito del libro resida en la precisión y claridad con la que se transmite la compleja idiosincrasia del pueblo israelí, resumida en su actual naturaleza de Start-Up Nation: un pueblo acostumbrado a enfrentarse a un sinfín de dificultades y amenazas, que le ha llevado a innovar –«Israel es una potencia en tecnología y seguridad también porque es una potencia del estrés», recuerda Emergui–, a tomar riesgos y a abrazar los fracasos y errores como lecciones de vida.
La personalidad del israelí, resumida en el intraducible concepto de jutzpá, es atrevida, polemista –«dos judíos, tres opiniones»–, irreverente, amante del riesgo y de la iniciativa personal. A ello contribuye, sin duda, el hecho de que los jóvenes con 18 años deban realizar un servicio militar obligatorio de dos a tres años de duración en el que deben afrontar situaciones y vivencias que inevitablemente forjan su carácter de una manera diferente a la de sus coetáneos de otros países.
Y hablando del Ejército, un asunto que no podía faltar en un libro dedicado a Israel es el conflicto político y bélico con los vecinos árabes y con Palestina en el que el país está inmerso desde su misma gestación como Estado, en 1948. Al analizar esta complicada cuestión, que tan profundamente ha marcado la historia y la misma esencia del país israelí, Emergui huye en todo momento de la polarización y de las posiciones de trinchera tan generalizadas hoy día, mostrando el amplio abanico de visiones y perspectivas con respecto al conflicto existente dentro de Israel.
En ese sentido, es especialmente recomendable la lectura del apéndice que el autor dedica al ataque de Hamás del 7 de octubre y a la posterior invasión israelí de Gaza, que aún continúa nueve meses después. En estas páginas, Emergui analiza los motivos por los que Hamás pilló desprevenido a Israel, destacando entre ellos la desunión fomentada por el controvertido gobierno liderado por Netanyahu, el exceso de confianza en la seguridad que rodeaba la Franja de Gaza y en los fallos de los servicios de seguridad e inteligencia, que desoyeron las voces que alertaban de un posible ataque generalizado por parte de Hamás.
Sin embargo, quizá lo más interesante de este apéndice reside en que el autor muestra algunas realidades que no se corresponden con la imagen generalizada que se tiene del conflicto en España y en el mundo occidental en general. Entre ellas, cabe destacar la unión del pueblo israelí en torno a la invasión de Gaza –que incluye a los árabes israelíes, más identificados que nunca con su Estado tras el ataque de Hamás– y la decepción de muchos israelíes que habían sido fervientes partidarios del entendimiento con los palestinos pero que han abandonado esta posición, ante el terror y la crueldad sin límites que caracterizaron las atrocidades cometidas ese 7 de octubre, protagonizadas no solo por los milicianos de Hamás, sino también por más de mil civiles gazatíes.
Como señala Emergui, frente a la opinión más extendida en los medios occidentales, la mayoría de los israelíes opinan que es Hamás quien ha destruido la vía de la paz, y que hoy por hoy esta es imposible por la evidente falta de voluntad palestina por llegar a un entendimiento con Israel. No en vano, como bien recuerda el autor, Hamás ha aumentado sus apoyos dentro de la población palestina, y la mayoría de los ciudadanos de Cisjordania y Gaza aprueban los ataques del 7 de octubre.
Nos encontramos, en definitiva, con un libro muy recomendable que nos permite adentrarnos en un país complejo y lleno de matices que, a buen seguro, seguirá dando mucho que hablar en el futuro próximo.