'La docencia universitaria en clave neuroeducativa'
Un manual colectivo sobre los problemas, retos y oportunidades derivados de la aplicación de la neurociencia a la docencia universitario
La neurociencia está de moda. Basta darse una vuelta por una librería o consultar los podcasts más escuchados para ver hasta qué punto la neurociencia ha pasado de ser una disciplina conocida por unos pocos científicos a convertirse en un campo de referencia obligada. El auge de la divulgación sobre el funcionamiento del cerebro y sus aplicaciones ha sido tan acusado que la neurociencia se ha convertido, a la manera de la teología en la época medieval, en una disciplina áurea capaz de iluminar y transformar prácticamente cualquier ámbito de la vida.
Octaedro (2024). 184 Páginas
La docencia universitaria en clave neuroeducativa
Ahora bien, si hay dos campos en concreto donde la neurociencia ha impactado de lleno son la psicología y la educación. En este último, la revelación de nuevos hallazgos sobre el funcionamiento de nuestro cerebro está contribuyendo en gran medida a mejorar nuestro conocimiento sobre algunos de los procesos más importantes de la educación, como son el aprendizaje y la memoria.
En ese sentido, toda contribución fiable, rigurosa y capaz de ayudar a los profesores a mejorar su labor docente a la luz de la neurociencia es siempre más que bienvenida. Este es el caso, en cierta medida, de La docencia universitaria en clave neuroeducativa, un libro coral coordinado por David Bueno y Anna Forés, dos de los máximos exponentes en España dentro de este campo, y conocidos, principalmente el primero, por su dilatada y rica labor divulgativa sobre neurociencia y educación.
El libro presenta la típica estructura de los manuales universitarios, en los que cada capítulo es escrito por uno o dos autores diferentes, en este caso miembros y colaboradores de la Cátedra de Neuroeducación de la Universidad de Barcelona. Esta pluralidad de perspectivas y aportaciones, a priori interesante y enriquecedora, se torna problemática si la obra carece de un tono y un discurso común que den unidad al conjunto. Este es el caso del manual que nos ocupa, en el que los distintos capítulos abarcan temáticas en ocasiones poco relacionadas entre sí, y en el que se echa de menos un hilo común que dé cohesión a la obra.
La calidad y el interés para los docentes de los diferentes capítulos es bastante desigual. Algunos de ellos son excesivamente teóricos, trufados de términos de moda como «corresponsabilidad», «sostenibilidad», «resiliencia» o «empoderamiento», que carecen de un significado real y de utilidad para los docentes que lo lean. Ahí radica, posiblemente, la principal falla de este libro: la escasa aplicabilidad del contenido de numerosos capítulos para el docente universitario, en gran parte porque sus autores no terminan de aterrizar los mensajes generales a la realidad del aula y el alumno universitarios.
Hay, no obstante, algunas excepciones dignas de ser destacadas. Este es el caso, por ejemplo, de los capítulos escritos por Laia Lluc y Iolanda Nieves, por un lado, y por David Bueno y Anna Fores, por el otro, que contienen ideas y sugerencias útiles de cara a la evaluación en el ámbito universitario, sobre todo relacionadas con la evaluación formativa y la importancia del feedback a los alumnos a la hora de mejorar su aprendizaje.
Se trata, por tanto, de un manual de calidad algo desigual, pero que, en algunos de sus capítulos, contiene algunas contribuciones sobre el funcionamiento del cerebro y su aplicación a la docencia que pueden resultar de interés para los profesores de las etapas educativas superiores.