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‘Lo que salvaría del fuego’: cuando la Historia y la aventura se dan la mano

El mundo ilustrado y las aventuras novelescas se combinan en esta nueva obra de Florián Recio, que nos sumerge en la Historia, sin renunciar al placer de las buenas historias

Florián Recio (Almendralejo, 1962), licenciado en Filología Hispánica, es autor de una vasta obra repartida en géneros como la novela, el relato, el ensayo o el teatro. Ganador en numerosos certámenes literarios, ha publicado recientemente Lo que salvaría del fuego, novela ambientada en el Siglo de las Luces que pone en el centro de la trama a dos grandes del pensamiento de la época: Voltaire y Rousseau, autores condenados a no entenderse por su defensa de postulados contrapuestos sobre la vida y sobre la misión que ellos, como autores, estaban obligados a acometer.

Edición Independiente (2024). 258 Páginas

Lo que salvaría del fuego

Florián Recio

Pero antes de llegar a Voltaire y Rousseau, conoceremos al personaje principal, Abelardo Contreras, hijo de un médico de una modesta villa que parte hacia Salamanca para incorporarse como profesor adjunto a la cátedra de Medicina. Tras un primer incidente, Abelardo conoce al conde de Campomanes, que le aconseja ahorrarse el viaje a Salamanca, pues el pueblo se ha amotinado contra el marqués de Esquilache (1766), y la revuelta se está cobrando muchas vidas en las calles.

Y si bien es peligroso dirigirse a Salamanca, Campomanes sube la apuesta y le pide al joven que se involucre en una aventura no menos peligrosa: partir hacia Sevilla para llevarle un paquete confidencial a un viejo amigo. Y el joven, bien sea por cautela y evitar el amotinamiento en Salamanca, bien sea porque dentro de él anida el prurito de la aventura, acaba aceptando la tarea propuesta por el conde.

Creo que para no desbaratar el aliciente de la sorpresa conviene no dar más datos sobre la trama, pero sí adelantaré que Lo que salvaría del fuego es un libro plagado de aventuras insertas en una época en la que la impronta de la Enciclopédie, liderada por Denis Diderot y Jean d’Alembert y apoyada por algunos de los mejores intelectuales de la época, los citados Voltaire y Rousseau entre ellos, sembraba aires renovadores en toda Europa a favor de postulados como la verdad, la razón o el laicismo, defendidos desde posturas científicas. (A quienes quieran profundizar en el tema les recomiendo el ensayo Encyclopédie. El triunfo de la razón en tiempos irracionales, del historiador alemán Philipp Blom, disponible en la editorial Anagrama).

Tenemos, pues, personajes completamente ficticios (Abelardo, la hermosa Melchora o el marinero Thomas Desnaux Richmond) nacidos de la pluma de Florián Recio que comparten espacio con personajes reales como Jean-Louis Wagnière (secretario de Voltaire), Théodore Tronchin (médico), Leonardo Racle (arquitecto), la marquesa Émilie du Châtelet (filósofa y matemática) o el gran poeta Goethe, entre muchos otros.

Todos estos personajes, los ficticios y los reales (en sus papeles narrativos) viven intensas aventuras, por tierra o por mar, y son proclives a contarse episodios novelescos a priori autobiográficos.

Estamos, pues, ante una narración que recupera el gusto por esas novelas de aventuras de antaño en las que el mundo se representaba como un gran lienzo cargado de peligros y de oportunidades donde podía ocurrir de todo.

Destacaría también los numerosos cambios de escenario (la villa, el viaje a bordo de un coche de postas, una tormenta en el mar, el señorial castillo de Voltaire, etc.) y la recreación histórica propia de la época, que abarca desde el citado coche de postas, las vestimentas o las tareas de los marineros. La recreación de Rousseau y del díscolo Voltaire –cuyos libros llegaron a estar perseguidos por la Inquisición–, dos hombres en apariencia tan diferentes entre sí, supone en cierta manera una somera introducción a su pensamiento.

El honor, la lealtad, la amistad, el drama y los prejuicios sociales se dan cita en esta novela de fácil lectura que, como colofón, nos ofrece en sus últimas páginas un apasionante debate sobre las ideas, digno de ser representado en el teatro.

Un libro, en definitiva, que en su apuesta por conjugar historia y aventura puede gustar tanto a lectores jóvenes como a adultos.