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Inteligencia artificialMike MacKenzie

‘Vida 3.0’: el camino hacia donde vamos

Análisis optimista de un mundo donde la inteligencia artificial podría superar la inteligencia humana y rediseñar la vida misma

La obra Vida 3.0 plantea una pregunta fundamental en el presente: ¿qué significa ser humano en un mundo dominado por la inteligencia artificial? El autor de la obra que plantea esa pregunta, Tegmark, divide la vida en tres fases: La primera sería la Vida 1.0: la evolución biológica, donde la vida se adapta a su entorno. A continuación le sigue la Vida 2.0: ahí se produce la evolución cultural, donde los humanos aprenden y transmiten conocimientos a través de la cultura. Por último llega el autor a la Vida 3.0: la evolución tecnológica, donde la inteligencia artificial podría superar la inteligencia humana y rediseñar la vida misma, pues sería capaz de mejorarse y replicarse. Es importante reseñar que Tegmark define la inteligencia como la capacidad de alcanzar objetivos complejos.

Traducción de Marcos Pérez Sánchez
Taurus (2018). 454 páginas

Vida 3.0

Max Tegmark

El libro explora las implicaciones de esta tercera fase, desde los beneficios potenciales de la IA, expresados en un capítulo donde la IA llega a financiar e imponer un orden político, que el autor no critica, hasta los riesgos existenciales que podría plantear. Tegmark aborda temas como la superinteligencia, la conciencia artificial, la ética de la IA y el futuro de la humanidad.

El desarrollo de la inteligencia artificial plantea un debate complejo con argumentos sólidos tanto a favor como en contra. Entre los argumentos a favor del desarrollo de la IA, el autor cita los avances científicos y tecnológicos: la IA impulsa la investigación en diversas áreas, desde la medicina o la guerra, hasta la exploración espacial, permitiendo nuevos descubrimientos y soluciones a problemas complejos. También añade que a su criterio la IA mejora la calidad de vida: tiene la capacidad de automatizar tareas repetitivas y peligrosas, liberando a los humanos para que se enfoquen en actividades más creativas y significativas; o se vayan al paro. Además, puede mejorar la eficiencia en muchos sectores, desde la producción hasta la atención médica. Respecto al desarrollo económico, la IA puede generar nuevos empleos y estimular el crecimiento económico al impulsar la innovación y la productividad.

Además, Tegmsark, declarado partidario de la IA, añade que esta permite la solución de problemas globales: la IA puede ayudar a abordar esos desafíos como el legendario cambio climático, la pobreza y las enfermedades, al proporcionar herramientas y soluciones más eficientes.

El libro también enfoca los argumentos en contra del desarrollo de la IA, aunque con menos entusiasmo que los favorables. Para el autor, la pérdida de empleos es consecuente a cualquier modernización, dado que la automatización de tareas podría llevar a la pérdida de trabajos en muchos sectores, generando desempleo y desigualdad.

El autor también se adentra en el reino de la Ciencia Ficción al encontrar riesgos existenciales: algunos expertos advierten que una IA superinteligente podría volverse incontrolable y representar una amenaza para la humanidad desde el momento en que es capaz de replicarse a sí misma y controlar otras máquinas, como se argumentaba en la película Terminator.

También el riesgo de la discriminación social, pues defiende que los algoritmos de IA pueden perpetuar y amplificar los sesgos presentes en los datos de entrenamiento, lo que podría conducir a decisiones injustas y discriminatorias como ya ocurrió en casos anteriores. Es además una amenaza para la privacidad y seguridad, debida a la recopilación y el análisis de grandes cantidades de datos personales. Todo esto nos lleva a una dependencia tecnológica: una subordinación excesiva de la IA podría hacer a la sociedad vulnerable a ciberataques y fallas del sistema propias o provocadas por los hackers de actores estatales y no estatales.

Es importante tener en cuenta que estos son solo algunos de los argumentos más comunes y que el debate sobre la IA es mucho más complejo. Las preguntas más importantes se acumulan, entre otras habría que cuestionarse cuál debería ser el papel de los gobiernos y las empresas en la regulación de la IA.

Desde el punto de vista del lector, este libro, en ocasiones, puede ser complicado y hacerse farragoso en algunos capítulos a pesar del interés general y actual del tema que plantea.

El autor de la obra, Max Tegmark es una figura conocida en el mundo de la ciencia y la filosofía. Es cosmólogo, físico, políglota: su formación se centra en la cosmología, rama de la astrofísica que estudia el origen, evolución y estructura a gran escala del universo. Sin embargo, su curiosidad lo ha llevado a explorar diversas áreas, incluyendo la física fundamental y la inteligencia artificial.

Actualmente, es profesor en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Esto le permite estar a la vanguardia de la investigación en su campo. Tegmark ha fundado varias organizaciones sin fines de lucro, como el Future of Life Institute, dedicado a mitigar los riesgos existenciales asociados con la inteligencia artificial avanzada.