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Detalle de la piedra de de Stora Hammars I

De Bråvalla a Anglesey: todo lo que hay que saber de las grandes batallas vikingas

El renombrado especialista Kim Hjardar nos ofrece un magnífico compendio de las más importantes batallas en las que participaron los escandinavos en la llamada Era Vikinga, una lectura obligatoria para los amantes del mundo nórdico

«El juego de Odín», «Donde cantaban las lanzas», «El vendaval de la lid», «La riña de las armas», «El baile de la lanza», «El vendaval de Odín». Como se puede adivinar, sin por ello tener que conocer las peculiaridades de la literatura nórdica medieval, todas estas perífrasis –llamadas kenningar (en singular kenning)– hacen referencia a una misma realidad: la batalla. En las sagas antiguas, esas historias familiares que los escandinavos –y los islandeses con mayor fruición– pasaron de la oralidad al registro escrito entre los siglos XII y XIV, quedaron los suficientes restos de la poesía de tipo oral escandinava, la poesía escáldica, como para que en las sagas hubiera una detallada muestra de estas perífrasis poéticas. Claro ejemplo de ello es la Saga de Egil Skallagrímson, escrita a comienzos del siglo XIII por el erudito y político islandés Snorri Sturluson, y cuyo protagonista, Egil, es capaz de recitar poemas entre viajes, luchas y duelos a muerte, pues tiene los dos principales dones de Odín: la poesía y la destreza en la guerra.

traducción de Kalinka Irina Martín Iglesias
Desperta Ferro (2024). 256 paginas

El juego de Odín. Batallas de la Era Vikinga

Kim Hjardar

Así pues, no se nos ocurre mejor título elegido por los editores (y decimos editores, porque en el original no figura la kenning) que una de estas kenningar para dar título a la obra que presentamos, El juego de Odín. Batallas de la Era Vikinga, que Desperta Ferro ha tenido a bien traer al lector hispanohablante ahorrándole aprender noruego. En este sentido, hay que tener también en cuenta la buena labor de traducción e interpretación de Kalinka Irina Martín Iglesias. Dicho lo cual, quien nos acerca a este atrayente mundo de las grandes batallas de la Era Vikinga (esto es, en los años de Nuestro Señor de 793 a 1066) no es otro que el especialista noruego Kim Hjardar, doctor en cultura nórdica medieval por la Universidad de Oslo y profesor de Historia en el instituto de secundaria St. Hallvard de Lier, en Noruega. No es la primera que aparece una obra de Hjardar en español: ya en 2019, junto al otro gran especialista Vegard Vike –arqueólogo y conservador en el Museo de Historia Cultural de Oslo especializado en el estudio de las técnicas artesanales vikingas– Desperta Ferro publicaba también otra obra de obligada referencia, Vikingos en guerra. Pocas credenciales más habría que ofrecer para demostrar la preparación del autor a la hora de escribir este volumen.

En el libro encontramos una estructura organizada cronológicamente en veinticinco capítulos (con ese mismo número de batallas por ende) donde el autor desglosa las más importantes batallas de la Era Vikinga apoyándose en las principales fuentes escritas y arqueológicas, desde la temprana batalla de Bråvalla (o Brávellir), de en torno al 750, hasta la batalla de Anglesey, en una fecha tan tardía como la de 1098, posterior incluso a la conquista normanda de la Inglaterra anglosajona. Eso sí, pasa por batallas tan famosas como la de Maldon, acaecida en este lugar del reino de Essex en 991, y que fue seminal tanto para la literatura medieval inglesa como para la nórdica, destacando el conocido poema La Batalla de Maldon (que cuenta con reciente edición en la versión del poema hecha por J.R.R. Tolkien). También encontrará el lector, como no podía ser de otra manera, la batalla de Clontarf, acaecida a las afueras de Dublín en el año 1014, también fundamental en la formación de las epopeyas irlandesas con la cantada muerte del gran caudillo de Munster y Gran Rey, o Alto Rey (compartiendo título con el monarca de los noldor Gil-Galad) de Irlanda, Brian Boru. Además, el lector encontrará muchas otras batallas menos conocidas por el común, pero que a los conocedores de las sagas sonarán sobradamente, como por ejemplo la batalla de Brunanburh, acaecida en el 937, donde lucharon los hermanos Skallagrímson, Egil y Thorolf, comandando fuerzas para el rey anglosajón Æthelstan de Wessex, quien tras finalizar el encuentro concedería a Egil los codiciados anillos de oro.

Mucho más se podría decir de las batallas, pero el espacio es inmisericorde. La bibliografía y las fuentes en las que se apoya Hjardar son las que deben ser para el tema que trata, y ni un pero se puede poner a este respecto. En el sentido estético, hay que alabar la decoración con motivos escandinavos de muchas de las páginas, motivos extraídos mayoritariamente de las piedras rúnicas, esto es, estelas decoradas vikingas con decoración e inscripciones, como las piedras de Lingsberg, o las de Stora Hammars. Punto también a favor con las imágenes explicadas de objetos arqueológicos (como espadas, puntas de lanza, etc.). También resultan muy útiles los sintéticos cuadros al comienzo de cada batalla, donde figura, condensada, la información del lugar de la batalla, el año, los contendientes, los principales líderes y las consecuencias. Por último, y volviendo a la materia estética, hemos de señalar una cuestión que obedece a la plena subjetividad de quien escribe: las fotografías de los grupos de recreación histórica que salpican el libro bien puede obviarlas el lector, pues nos parece que no hacen justicia al texto. Tanto por el tipo de fotografías como por su contenido, son material totalmente prescindible: desde la horrible foto de la portada hasta la misteriosa barbilla de la página 77. Hemos echado aquí de menos el depurado trabajo de Jordi Bru. Otra vez será.