Rosalía publica 'Hentai', el cuarto single de su último disco, 'Motomami': melodía excelente, texto polémico
La artista catalana publica la nueva canción del disco que lanza el 18 de marzo, una melodía de voz y piano con toques de electrónica, en la que hace referencias al sexo en lenguaje velado dirigido a los centennials
¿Es posible crear melodías exquisitas, con una factura musical sobresaliente y una realización y producción que constituyen lo mejor del panorama actual... con una letra insulsa? Rosalía acaba de publicar Hentai, el cuarto single del disco que lanza el 18 de marzo, Motomami, y la canción no ha dejado indiferente a nadie.
Ya había adelantado algo de la letra (y la melodía) en un vídeo de TikTok que se volvió tan viral que la propia artista catalana tuvo que pronunciarse en Twitter: «A los que os está molestando la letra de Hentai, ¿estáis bien?», escribía. Y es que en la canción, cuyo título hace referencia directa a una categoría de pornografía protagonizada por dibujos estilo manga, habla explícitamente de las relaciones sexuales que quiere mantener con el hombre al que dirige la canción.
Esta ha sido la gran ruptura de Rosalía con sus seguidores, que por un lado comprenden que quiera evolucionar y explorar nuevos caminos y estilos musicales (de ahí el símbolo de la mariposa empleado en este disco, en alusión a la transformación que ya describe en la notable Saoko), y por otro echan de menos la profundidad de sus trabajos anteriores. No solo del sublime El mal querer, también de Los Ángeles, el disco iniciático que publicó junto a Raül Refree en 2017.
¿Se puede apreciar la calidad de su música y separarla de sus letras? Sí, aunque con matices. Yellow Submarine de los Beatles no era poesía musical; tampoco es el caso de las canciones –de todo tipo y estilo– que triunfan hoy. El problema es que la propuesta musical, artística y global, que ha vendido la de Sant Cugat y que ha enamorado a medio mundo dista mucho de lo que muestra en este tema.
Más allá del famoso «Yo la batí / Hasta que se montó / Lo segundo es chingarte / Lo primero es Dios», en Hentai Rosalía habla de «la pistola» de su interlocutor, mientras insulta a las mujeres que quedan en segundo lugar en su lucha por el amor del hombre. Límites indefendibles, como lo es la propia referencia a la pornografía, un sistema de explotación y trata de personas que mueve más dinero en el mundo que el narcotráfico.
La artista ha decidido defender la canción a capa y espada, en entrevistas y en redes sociales: en TikTok publicó un vídeo autoparódico recitándola en plan poema, con mucha ironía. Más allá de las letras, con un «so so good» cantado en inglés, el tema sorprende con la incorporación de elementos electrónicos que recuerdan a las metralletas de Björk en Medúlla o al squad en De aquí no sales.
Un vídeo bucólico en el campo
Muchos afirman que además de la producción, lo mejor del nuevo tema es el vídeo, que muestra a una Rosalía poderosa, como una cowgirl (por eso de 'montar'): acaricia las espigas del campo al anochecer, cabalga un toro mecánico y después se echa en un colchón en mitad de una pista hípica. Toros y caballos (y ahora, motos) muy presentes en este nuevo disco, aunque sea por elipsis.
«No pienses más, na' que pensar», canta Rosalía echada en el campo, mientras acaricia la hierba y observa el cielo. Dirigido por Mitch Ryan, director afincado en Nueva York, la luz y los movimientos de cámara dan el protagonismo absoluto a la artista, que exhibe su voz de soprano acompañada únicamente por un piano.
Rosalía ha adelantado previamente tres singles del disco, de los cuales el más exitoso ha sido claramente La Fama junto a The Weeknd, pues fue número 1 en España, es doble platino y continúa en el top 20 en nuestro país varios meses después de su edición. No puede decirse lo mismo de Saoko, que no ha llegado al disco de oro y baja al puesto 64 en su quinta semana, mientras Chicken Teriyaki parece finiquitada, al bajar al puesto 52 ya en la segunda. Tanto La Fama como Chicken Teriyaki fueron interpretadas por la artista en Saturday Night Live.
La hipótesis es que una «motomami» es la evolución de una mujer que ha sufrido un «mal querer», y por ello en el disco, del que ya se conoce la tracklist completa, hay temas más «moto», más experimentales, y otros más «mami», donde la catalana muestra su vulnerabilidad. Probablemente Rosalía haya evolucionado y el público de Motomami no sea, ni mucho menos, el público de El Mal Querer, que tampoco ha sido el de Con Altura o Yo x ti, tu x mi, las canciones que ha lanzado con los dioses del reguetón J Balvin y Ozuna.
Este giro hacia la autodestrucción, o al menos hacia la destrucción (aparente) de todo lo que había construido para crear algo nuevo, no parece ni mucho menos casual. Esta promoción, con carteles de metro incluidos, parece más un acto performativo que una evolución real: va a pasar un día en España, y lo va a dedicar a acudir al obsoleto El Hormiguero, donde por supuesto no va a ahondar en la trascendencia de la música (como tampoco lo hizo en el infame programa de Jimmy Fallon), y a firmar discos en la Fnac. Rosalía, firmando discos en un centro comercial y dejándose entrevistar por influencers en su canal de TikTok, en lugar de por los periodistas de la industria musical. Desde luego, hablar vamos a hablar de Rosalía.