Gene Simmons, leyenda de Kiss: «Retírate a tiempo, antes de que te noqueen»
La mítica banda de heavy metal encara su gira de despedida casi medio siglo después de estrenarse sobre el escenario con dos llenos absolutos en Barcelona y Madrid
Casi medio siglo después de pisar por primera vez los escenarios, con más de 40 álbumes y cien millones de copias vendidas en todo el mundo, Gene Simmons, legendario bajista de Kiss, ha acuñado un lema para justificar el adiós de su banda a los conciertos: «Retírate a tiempo, antes de que te noqueen».
Uno de los personajes más míticos de la música mundial actual explica por qué la banda neoyorquina ha decidido colgar las guitarras y guardar los botes de maquillaje cuando termine esta gira, «End of the road». «A cada banda le llega su última gira, todas tienen que parar en algún momento. Nada es para siempre», constata el «demonio» del grupo, cuya lengua infinita es ya un icono del heavy metal.
A sus 72 años, Simmons plantea un símil: «Es como los boxeadores, puedes ser el mejor entre los mejores, pero si te quedas demasiado tiempo llegará un momento en que alguien te tumbará». Su filosofía se resume de la siguiente manera: «Retírate a tiempo, da gracias por haber podido vivir una vida tan llena de éxitos y vete como un campeón, no esperes a que alguien te noquee».
«Hemos decidido parar ahora no porque no nos guste dar conciertos, nos encanta, sino porque queremos retirarnos a tiempo», añade el músico y productor. Simmons echa la vista atrás y se emociona al recordar su primer concierto, en 1973, en el Coventry Club de Nueva York, ante apenas «una decena de personas». «Nos lo tomamos como si estuviéramos en el Madison Square Garden. Si piensas en grande y lo das todo, la gente sentirá tu energía», argumenta el «demonio» de las botas de plataforma, que escupe un chorro de 'sangre' en cada show.
Ni drogas, ni tabaco, ni alcohol
Pasión y energía no es su único secreto: para mantenerse en forma, tiene claro que «nada de drogas, nada de tabaco, nada de alcohol». «Si echas arena en lugar de gasolina al depósito de un coche, ese coche se detendrá y morirá. Puedes ser estúpido y no pensar en ello, pero todo lo que metes en tu cuerpo afecta a tu cerebro y a todo lo demás», advierte, disconforme con el patrón de mala vida de muchas estrellas del rock.
También le han ayudado a ser más resistente, dice, unos orígenes familiares llenos de dificultades: nacido en Israel en 1949, hijo de una superviviente de un campo de concentración nazi, Simmons habla alemán, hebreo, húngaro e inglés y asegura que todo lo que sabe lo aprendió de su madre, que «no pudo ir a la escuela».
Dos horas de concierto, con una veintena de temas clásicos, además del espectáculo pirotécnico, la tirolina y las grúas habituales, es la fórmula que ofrece Kiss en esta gira, en la que no falta ninguno de los grandes hits de la banda. «Nunca me ha gustado tocar I was made for lovin' you. No es de mi gusto. Pero cuando veo a decenas de miles de personas volviéndose locas y saltando con esa canción, eso es lo importante. La banda está al servicio de los fans», razona.
Su canción favorita es «aquella que les gusta a los fans», explica Simmons, que se declara admirador de ABBA, Bee Gees y Bruno Mars.
«El flamenco es riqueza»
Junto a los otros tres miembros del cuarteto, Paul Stanley, Eric Singer y Tommy Thayer, la gira les ha llevado esta semana a España, país del que destaca la «belleza» de sus gentes, «especialmente las mujeres». Le encanta «la arquitectura, la historia, la gastronomía y la música» con sello español, empezando por «el flamenco, una música con unas influencias árabes» que atribuye al dominio musulmán de la Península Ibérica «hasta 1492». «Es muy rica esta mezcla», aplaude.
De España también conoce a Julio Iglesias, no solo musicalmente, sino incluso en persona: una vez, se saludaron en el backstage de un concierto. «Yo aparecí con dos chicas, que eran hermanas. Julio gritó: '¡Eugenio!'. Luego intentó ligar con mis dos chicas, pero no lo consiguió, por supuesto», bromea.
Tras empezar su gira por Europa el 1 de junio, Kiss aterrizó en España el sábado 2 de julio para cerrar el Rock Fest en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), junto a Judas Priest, Megadeth y Saxon, entre otros. El 3 de julio actuaron en el WiZink Center de Madrid, un concierto programado inicialmente para 2020 y luego 2021, pero que hubo que ir aplazando a causa de la pandemia.