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Rafa, el cantante de Viva Suecia, durante un instante de su actuación en la que bajó a compartir con el públicoDcode

Larga vida a los festivales

El Dcode «cierra» la temporada oficial de los festivales estivales con 16 horas de música: Crystal Fighters, The Hives o la única actuación de Deluxe llenaron la Complutense de 20.000 asistentes

Anoche Madrid volvió a hacer historia. Historia de la música, del hermanamiento que provoca presenciar un milagro como el de vivir un concierto en directo juntos. Especialmente después de dos años de pandemia y de un verano muy movido en cuanto a la apuesta musical, los conciertos y los festivales que nos han llevado a atravesar la península, islas incluidas, demasiadas veces.

Decían el sábado los periodistas culturales que habían sufrido FOMO («fear of missing out», es decir, miedo a perderse algo) ante la avalancha de festivales del verano. Este año había que elegir: como siempre, coincidieron el FIB y el BBK Live, con dos apuestas muy diferentes; volvieron el Mad Cool, el Medusa, el Viña Rock y el Primavera Sound. Nos volvimos a reunir en los pueblos gracias al Sonorama Ribera o al Festival Brillante, viajamos a Almería para disfrutar de la electrónica en el Dreambeach Villaricos, a Benidorm para cantar y bailar en el Low Festival y a Granada para volver a llorar en el Granada Sound.

Este sábado se celebraba por fin el Dcode después de dos años parado por la pandemia, y volvía a hacerlo en la Universidad Complutense de Madrid, por la que a lo largo de su historia han pasado algunos de los mejores grupos del mundo, de Sígur Ros a The Hives pasando por Kasabian, My Chemical Romance, Liam Gallagher, Suede, Foals, Crystal Fighters, Imagine Dragons o Bastille, entre muchos otros.

The Hives en el Dcode 2022

El Dcode Festival nació en 2011, por lo que este año celebraba su décima edición, que dio comienzo con Deluxe, el grupo original de Xoel López y uno de los más valorados del indie español. Un despliegue musical que hizo vibrar a los nostálgicos de los orígenes del cantante y compositor gallego y al que tomó el relevo la vibrante banda de chicas Ginebras, con su siempre segura apuesta visual, bailonga y divertida que han desplegado a lo largo y ancho de España durante el verano. En lo más álgido del veraniego día (a muchos les pasó factura el calor y el potente sol de mediados de septiembre) les llegó el turno a Fuel Fandango, Delaporte, Thomas Headon y Maxïmo Park.

Más de 20.000 asistentes

20.000 almas abarrotaron el campus de la Universidad Complutense de Madrid para celebrar la vida. Crystal Fighters, Years and Years, The Hives y The Kooks eran los principales reclamos y los que, sin duda, movilizaron a la masa, incendiando la noche madrileña. Sin embargo, a pesar de una organziación excelente, ha habido dos puntos fundamentales de queja: por un lado, el hecho de poner grupos «tranquilos» de noche y algunos muy movidos, como Delaporte, en pleno día.

La otra reivindicación es ya recurrente en los festivales: los precios. El Dcode, en lugar de las pulseras que se recargan, optaron por la compra de tokens (unas fichas de plástico fácilmente perdibles y, además, muy contaminantes). Además, un refresco costaba un token y medio, por lo que los asistentes se encontraban con medios tokens inutilizables; la cerveza costaba 12 euros (esta ha sido la queja más extendida), y los puestos cerraron antes de tiempo, haciendo imposible el consumo total o la recuperación del dinero.

El mágico doblete de Xoel

El sol pegaba fuerte mientras Deluxe repasaba El cielo de Madrid, El amor valiente (tema que suele entrar en su actual setlist), Adiós corazón y Colillas en el suelo. Xoel López volvía a demostrar su potencial sobre el escenario, y lo demostró una vez más en el Dcode, donde hizo un doblete mágico. La publicación de sus últimos dos trabajos, Si mi rayo te alcanzara y Sueños y pan le han empujado a los altares musicales: el público entero coreó Tierra, Ningún hombre, ningún lugar, Lodo o Alma de oro.

Xoel López abrió con Deluxe la jornada del Dcode 2022Dcode

El gran subidón de la noche llegó con Viva Suecia, al que siguió un grupo de verdaderos suecos: The Hives. El grupo de murcianos liderado por Rafa Val desplegó todo su repertorio rock, con grandes éxitos como Todo lo que importa, Justo cuando el mundo apriete, Lo que te mereces, No hemos aprendido nada o A dónde ir. El grupo, que cerró el FIB y ha pasado también por los grandes festivales este año, no defraudó con un directo muy trabajado que dio paso a The Hives, que llegó justo al anochecer.

La banda de Fagersta regresaba a España con un español algo ensayado, su habitual vestimenta de trajes negros con adornos blancos y un Pelle Almqvist que descendió al público al grito de «Calma o muerte», pidiendo tranquilidad al público mientras separaba «las aguas» creando un pasillo y poniendo a todos de rodillas a su paso. No se dejaron sin cantar ni Hate to say I told you so, ni I'm alive, ni Tick Tick Boom, un último tema que se estira en la inmensidad en el que aprovechan para presentar a la banda.

El cantante de The Hives, Pelle Almqvist, con el público arrodillado a su pasoDcode

Y tras los suecos, llegaron los británicos, encargados de poner el broche final al festival más esperado del fin del verano. Y qué broche final. Empezó Years & Years provocando infartos con su atrevida puesta en escena, que comenzó con una cabina telefónica para interpretar Night call y que posteriormente se llegó a convertir en un baño de discoteca en el que pasaban demasiadas cosas. Esta puesta en escena recuerda lo que se está convirtiendo cada vez más en una apuesta de los grandes grupos, que incluyen a artistas patrios como C Tangana o Rosalía: una apuesta visual global que va más allá de lo estrictamente musical para convertirse en una auténtica producción audiovisual.

Los londinenses incluyeron una versión de los Pet Shop Boys con It’s a sin y llegaron al colofón final con King en un concierto que queda para el recuerdo. Más flojos estuvieron en The Kooks, que últimamente calcan sus conciertos y que fueron algo decepcionantes para quienes habían estado con ellos en el FIB, aunque pusieron a todos a bailar y a dar saltos con sus himnos, de Junk of the Heart (Happy) y el icónico Naive.

La potente puesta en escena de Years & Years en el Dcode Festival

El fin de fiesta llegó con los vascos-navarros-ingleses Crystal Fighters, uno de los grandes reclamos del festival, que decidieron incluir la txalaparta, un instrumento de percusión tradicional del País Vasco y Navarra, que recuerda a las raíces de su vocalista Sebastian Pringle. I love London, Follow, LA calling, Love is all I got, All night… los grandes himnos de dance pop de los británicos no dejaron de sonar a la vez que lanzaban globos de colores y los espectadores entonaban Champion sound, Love natural, At home y el final You & I. 16 horas después, el Dcode cerraba sus puertas dejando tras de sí un rastro de dcoders felices y a la espera del gran festival madrileño del año que viene.