Alva Noto: «Prefiero Björk a Rosalía»

Alva Noto es un músico cuyo nombre no acostumbra a figurar en las listas de ventas o en las búsquedas de Instagram. Su nombre real, Carsten Nicolai, es todavía más desconocido para el púbico general. Pero su repercusión en la industria musical, más en concreto en la electrónica experimental, es notoria y muy relevante.

Con una visión de la música muy unida a las matemáticas y a conceptos físicos como la cinética, Alva Noto lleva varias décadas componiendo, produciendo y, sobre todo, creando espectáculos sonoros que acompaña de sus propios visuales. Creador de experiencias musicales integrales, también estuvo a las puertas de una nominación a los Oscar, pero la Academia decidió dejarle fuera. Sí que logró una nominación a los Globos de Oro, pero quién esperaría competir contra Morricone y ganar.

Este fin de semana, los asistentes al Festival MIRA de Barcelona tendrán la ocasión de presenciar una de esas experiencias musicales integrales firmadas por Nicolai: «Probablemente, sea la última vez que actúe con este show, estoy preparando uno nuevo», advierte el artista. Un nuevo show con el que, anticipa, llegará el próximo 3 de junio de 2023 al ciclo sobre música electrónica 'Noches del Canal' que ha organizado los Teatros del Canal de Madrid.

– ¿Cuál tu primer recuerdo relacionado con la música?

–Tengo recuerdos de la infancia relacionados con los pájaros. Me gustaban mucho y cuando iba a ver aves, muchos de los pájaros no los ves, pero los puedes oír. Además, cada especie tiene distintos timbres. Incluso un mismo pájaro, a veces cambia su sonido según su estado de ánimo, por decirlo de alguna forma. Seguramente sea la primera vez que escuché realmente atento. La naturaleza y su música.

–Y, ¿cuándo te diste cuenta de que la música es, en definitiva, matemáticas?

–Cuando use un osciloscopio por primera vez pude observar la matemática pura en la forma de la onda lateral. Yo tenía formación matemática y me di cuenta de que cualquier frecuencia se puede describir como una función matemática. Para mí, fue la forma más fácil de empezar a producir sonido.

–Según Wikipedia, tienes una relación especial con los murciélagos. ¿Es cierto que llegaste a pensar que podías comunicarte con ellos?

–Esta historia es realmente divertida. ¿Dices que está en la Wikipedia española? Es algo que no es 100% cierto, pero, ¿sabes qué? Me gusta aunque no lo sea, así que no lo negaré. En realidad sí me interesan los murciélagos porque se comunican en ultrafrecuencias que no podemos oír. Hay una anécdota en la que yo vivía en un edificio con un murciélago y cuando dormía me daba cuenta de que había alguien o algo más viviendo en la habitación. Más tarde me daba cuenta de que había murciélagos en el edificio y, de alguna forma, podía sentir sus frecuencias.

«La música en directo es irremplazable»

–¿Crees que el formato físico de la música ha muerto?

–A gran escala, probablemente los antiguos formatos analógicos o, incluso, los formatos físicos digitales ya no van a existir en el mercado convencional. Estoy seguro. Pero pienso que, en el nicho específico del coleccionismo, este tipo de soportes perdurarán. Pienso que es realmente bonito mantener un objeto como resultado de tu trabajo y los archivos digitales puros, sin embargo, no son satisfactorios ni para el artista ni para el consumidor.

–Y en la música en directo, ¿crees que los avances tecnológicos podrán sustituir a las actuaciones en vivo?

–No. Los avances tecnológicos expandirán las posibilidades o la forma de expresarse de los artistas. Pero la verdadera experiencia en vivo de la música se da en un espacio físico y real: con la fisicalidad de la música, con imágenes reales y con espíritu de comunidad. Este tipo de experiencia no se puede reemplazar con ningún tipo de realidad virtual.

Nuevos talentos, Rosalía y Ryuichi

–Como dueño del sello discográfico Raster-Noton estarás en contacto con muchos nuevos talentos y con música inédita. ¿Alguno que quieras compartir con nuestros lectores?

–Puedo decirte que voy a publicar a algunos artistas que no son tan conocidos y son mucho más jóvenes que yo. Pero eso será el año que viene así que tendrás que esperar para saber más. Creo que voy a empezar a buscar intensamente nuevos talentos para el sello porque hay nuevas formas de atraer la atención de las generaciones jóvenes. No necesariamente una relación comercial, algo más cercano a una amistad. Por el momento, colaboro en la programación de un pequeño festival en Italia, al que invito a nuevos talentos. Es una buena forma de comunicarse con otras generaciones.

–Hablando de nuevos talentos. Por poner un ejemplo mundialmente conocido, Rosalía ha pasado de ser una desconocida a ser una estrella mundial en apenas cuatro años. ¿Qué opinas de esa parte de la industria musical?

–Creo que actué el mismo día que ella en Sonar 2018. Creo que hasta compartimos escenario. Tengo que decir que no es 100 % el tipo de música que yo escucho. Tengo una mente muy abierta en cuanto a gustos musicales y no evito por sistema el pop. Es un tipo distinto de música que acepto, pero no es algo que yo acostumbre a escuchar. Dentro de la escena popular, estoy más en un área más tranquila de la música 'pop'. No es que me guste un artista en concreto. A veces, algunas canciones de algunos artistas me gustan. Lo que de verdad me gusta, y creo que el mejor ejemplo de ello es Björk, es la innovación y que me sorprendan.

–Tu carrera profesional está muy unida a la del compositor japonés Ryuichi Sakamoto. ¿Cómo se cruzaron vuestros caminos?

–Conocí a Ryuichi Sakamoto en 1997 cuando actué por primera vez en Japón. Él vino a mi concierto. En aquel entonces yo era mucho más experimental en comparación con hoy en día. Mucho, mucho, mucho más. Sakamoto se interesó en mantener la comunicación. Él trabajaba entonces con un grupo de brasileños en álbumes de bossa nova. Me pidieron que remixara un tema para uno de esos álbumes. A Ryuichi le gustó mucho mi trabajo y nuestra relación profesional ha ido creciendo con los años. Ahora mismo, ya hemos publicado ocho trabajos juntos, además de giras y otras colaboraciones.

«Hay que encontrar una solución sana a las redes sociales»

–En tu perfil de Instagram profundizas en tu faceta fotográfica. ¿Por qué solo usas el blanco y negro?

–Empecé muy pronto a fotografiar mi diario de viaje, en qué sitios he estado. Antes usaba una cámara Polaroid con una película específica que solo estaba disponible en blanco y negro. Por eso, cuando empecé en Instagram, quise continuar esa estética. El blanco y negro fue una decisión tomada muchos años antes de que la red social existiera. Lo que hago hoy es un poco en referencia a mis viejas fotografías analógicas Polaroid.

–¿Cuál es tu relación con las redes sociales?

–No las uso mucho. En realidad, estoy muy preocupado porque creo que son una especie de actividad social falsa. Para mí, socializar significa hablar con personas reales, tener amigos reales y tener conversaciones en persona. No creo que, en estos días, sean realmente útiles para nosotros como sociedad. Pienso que están muy comercializadas y que es un mundo muy competitivo. En vez de unir a las personas, las separa. Y además, al final tú te conviertes en el producto con el que comercializan las redes sociales.

Las redes sociales son 100% responsables de la polarización actual de la sociedad. No es que hayan ayudado a acelerar ese enfrentamiento, sino que está sucediendo por las redes sociales. Lo que está pasando con las redes sociales es un completo desastre, en cierto modo, porque es muy adictivo. Tenemos que encontrar una solución sana a esto.

«El veto de la Academia de Hollywood fue un acto político»

–Con Ryuichi Sakamoto, y junto a otros músicos, compusiste la banda sonora de El Renacido, de Alejandro González Iñárritu. ¿Cómo fue la experiencia de componer para una película de Hollywood con 12 nominaciones a los Oscar?

–Lo disfruté muchísimo. Es una forma muy diferente de componer porque no lo haces para ti. Compones para una película. Lo que más disfrute es la faceta colaborativa del trabajo. El director eligió a los compositores y yo, personalmente, hice muy buenas migas con el equipo mexicano. Me sentí muy acogido. Aunque la película no es nada divertida, me inspiró mucho y me divertí mucho componiendo para El Renacido. Tengo muy buenos recuerdos de ese tiempo.

–A pesar de las quejas de Iñárritu y de 20th Century Fox, la Academia de Hollywood no dio su brazo a torcer y os negaron la nominación a los Oscar 2016 porque la banda sonora estaba firmada por varios compositores y no por uno como dicta su reglamento.

–Todos estábamos devastados. Alejandro estaba muy enfadado porque era la segunda vez que la Academia rechazaba la banda sonora de su película: la primera fue Birdman. En ese caso, la rechazaron porque eran solo tambores. Fue muy ofensivo porque ellos no veían que un percusionista pudiera hacer buena música. Y mucho menos premiarle por ello. En nuestro caso, nos vetaron por ser un grupo de compositores. Las reglas de la Academia se hicieron como en los años 90. Y son normas que a veces siguen, pero no siempre.

–¿Crees que había algo más detrás de su decisión?

–Sí. Fue algún tipo de acto político.

–Si tuvieras la opción de trabajar en la banda sonora de cualquier película de la historia, ¿cuál sería?

–En realidad, me gustaría que grandes producciones eligieran a compositores más jóvenes. No necesariamente a mí. Me interesa un enfoque más joven en la composición de bandas sonoras en películas convencionales como, por ejemplo, Dune. Tengo amigos que componen para películas importantes como Hildur Guðnadóttir –Joker de Todd Phillips– o Johan Johansson –La Llegada de Denis Villeneuve–. Pienso que hay grandes bandas sonoras en el cine así que es difícil elegir una. Aunque sí me gustaría trabajar en una película muda, aunque sea un formato olvidado del cine.

«Ningún festival con más de 10.000 asistentes es realmente interesante»

–Actualmente, existe una oferta inmensa de festivales de música. Algunos de ellos han encontrado su éxito en unir el arte digital y la música electrónica en un mismo evento. ¿Crees que el futuro de los festivales pasa por encontrar nuevos espacios menos masivos?

–En términos generales, no soy un gran fan de los megafestivales donde tienes cinco actuaciones a la vez y la audiencia tiene que tomar decisiones. No creo que permitan escuchar con detenimiento la música y son más como un punto de encuentro social. Ningún festival con más de 10.000 asistentes es realmente interesante. Prefiero los festivales donde puedes ver a distintos tipos de artistas pero concentrados en un buen espacio. Muchas veces, una gran infraestructura limita la proyección artística.

–En cuanto a tu actuación en MIRA 2022, ¿qué estás preparando?

–Estoy preparando un show basado en oboes rítmicos y ukelele. Pero no he tocado esto desde hace tiempo. La cosa es que, como hemos tenido que parar de actuar durante los últimos dos años, probablemente sea la última vez que lleve a cabo este tipo de show. Estoy trabajando ya en un nuevo proyecto, una nueva performance para el año que viene con la que actuaré, precisamente, en los Teatros del Canal.

–¿Has tenido ocasión de estudiar el cartel de MIRA 2022? ¿Algún artista que quieras ver?

–Me gusta mucho Blawan. No lo conozco personalmente, pero hace un techno experimental genial. Aunque sigo esta corriente desde hace tiempo, nunca le he visto en directo. Me encantaría poder hacerlo este fin de semana en Barcelona.