Ni Dua Lipa, ni Shakira, ni Rod Stewart: así fue la presentación de Jung Kook, miembro de la banda BTS, en el Mundial de Qatar

este domingo, 5.000 millones de personas esperaban uno de los eventos más importantes del año 2022: el Mundial de Qatar. La cita futbolística, que reúne a las mejores 32 naciones del mundo en este deporte, abrió su telón con el enfrentamiento entre el anfitrión y la selección de Ecuador.

Pero más allá del partido de fútbol, la inauguración se convirtió en un auténtico espectáculo del que estaban pendientes aficionados, no aficionados, periodistas, políticos... Una hora y media antes de que diera comienzo el partido tuvo lugar la tradicional ceremonia de inauguración, en este caso en el estadio Al Bayt, con capacidad para 60.000 espectadores.

El concierto principal tuvo como protagonista a la estrella del pop surcoreano Jung Kook, componente de BTS, que interpretó Dreamers, otro de los éxitos de la banda sonora oficial de la Copa Mundial de la Fifa, junto al cantante qatarí Fahad Al-Kubaisi.

Como es habitual, cada mundial ha tenido un himno por excelencia y una actuación que ha marcado el transcurso del certamen. En 1998, Ricky Martin comenzó la leyenda del «himno del Mundial» con La copa de la vida. Años después, concretamente en el 2010, fue el Waka Waka de Shakira el que conquistaba el mundo en la edición de Suráfrica. Esta vez ha sido el turno de Jung Kook con Dreamers (soñadores): una actuación llena de focos y decenas de bailarines con una letra que dice «Mira quiénes somos, somos los soñadores. Nosotros logramos que pase, porque creemos en ello».

No deja de chocar que la canción esté repleta de términos como esperanza, pasión, imaginación, respeto («respect the love») y expresiones como «Si quieres venir, ven conmigo, la puerta está abierta ahora todos los días». Una letra que choca fuertemente con la represión y la violación de derechos humanos que experimenta el país de Qatar, y que ha llevado de hecho a varios artistas a negarse a actuar allí.

«Espero visitar Qatar cuando haya cumplido todas las promesas sobre derechos humanos que hizo cuando se ganó el derecho a organizar el Mundial», afirmó Dua Lipa en su perfil oficial de Instagram hace unos días tras los crecientes rumores sobre su presencia en la gala inaugural. En la misma línea se pronunció su compatriota Rod Stewart, quien según declaró al diario The Sunday Times llegó a rechazar más de un millón de dólares por tocar en este país árabe por razones morales. «Me ofrecieron mucho dinero, pero lo rechacé (...) porque no está bien ir a ese Mundial», afirmó tras ser preguntado sobre la falta de garantías para los homosexuales en Qatar.

Shakira también se echó atrás en su posible participación en esta ceremonia que en cualquier otra edición constituyó una plataforma promocional sin igual, pero de la que ahora reniegan distintas figuras por el escaso respeto de su actual sede por los derechos humanos.

Los que han dicho que sí

Tras la última renuncia de Alicia Keys, ha habido muchos cantantes y artistas que no han encontrado motivos para no acudir a la cita. Por ello, en paralelo a la celebración de la competición deportiva, varios conciertos de importantes nombres de la música se llevarán a cabo en la capital qatarí: como Black Eyed Peas el mismo día 20 o Robbie Williams el 8 de diciembre, según consta en la web ILoveQatar.

También actuarán en diferentes fechas y recintos J. Balvin, David Guetta, Steve Aoki, Craig David, Major Lazer Soundsystem y el español Omar Montes.

Además, en la banda sonora oficial del Mundial (en esta ocasión no hay una canción oficial, sino varias) participan el colombiano Maluma con Tukoh Taka (quien se negó a responder sobre su posición respecto a los derechos humanos en una entrevista), con Myriam Fares y Nicki Minaj (que ha recibido el rechazo de parte de sus seguidores por firmar este tema), y el puertorriqueño Ozuna con Arhbo.

De las críticas por un movimiento similar no escapó tampoco la cubano-española Chanel, que vio dañada su imagen por la contradicción de haber sido pregonera del último Orgullo en Madrid y presentar a continuación su sencillo Toke como canción oficial de la selección española de fútbol en este Mundial.

«Yo tengo muy claros mis principios y cuanto más lejos y a más personas pueda llevar mi mensaje, más orgullosa estaré», argumentó tras ser preguntada acerca de si no le representaba un conflicto moral asociar un tema a un evento de un país que coarta los derechos de las mujeres y persigue al colectivo LGTBQ+ con penas de cárcel o incluso la muerte.