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Juicio contra Live NationEFE

Los demócratas, los republicanos y Taylor Swift «unidos» contra el monopolio de Ticketmaster

En el juicio celebrado ayer, los músicos y promotores musicales pedían que se rompiese la abusiva fusión entre Ticketmaster y Live Nation. La cantante estadounidense ha sido protagonista, sin quererlo, por el fallo en la venta de entradas de su gira 'Eras Tour'

Taylor Swift ha sido la protagonista del juicio no por su presencia, sino porque ambos bandos, los partidos republicano y demócrata, la mencionaron durante la vista. La promotora Live Nation, propietaria de la web de venta de entradas Ticketmaster, admitió este martes que su sistema falló en la venta de entradas de la gira 'Eras Tour' de la cantante, aunque culpó a los ataques cibernéticos de lo sucedido y dejó claro que ellos no fijan ni los precios ni la distribución.

«Las principales empresas de venta de entradas, incluidas Ticketmaster, no fijan los precios de las entradas, no deciden cuántas salen a la venta ni cuándo, y no establecen tarifas de servicio. Las estrategias de precios y distribución están fijadas por los artistas y sus equipos», explicó el presidente de Live Nation Entertainment, Joe Berchtold, quien fue el blanco de las críticas de esa noche. El directivo compareció en Washington ante el Comité Judicial del Senado para dar explicaciones sobre lo ocurrido.

Ticketmaster anunció el 17 de noviembre del año pasado la cancelación de la venta pública de entradas para la primera gira de Taylor Swift en cinco años, que comenzará en marzo. El día anterior a la salida de las entradas, el portal se vio desbordado ante la demanda del sistema de emisión de boletos y un inventario insuficiente que no pudo cubrir las necesidades de los compradores.

Medidas insuficientes

La compañía había habilitado una página especial para que los fans se registraran y evitar así las compras automáticas, lo que no impidió que el sistema colapsara después de que cerca de 3,5 millones de personas se preinscribieran, batiendo el récord de Ticketmaster.

«Sabíamos que los bots atacarían la venta y lo previmos en consecuencia. Recibimos tres veces más que nunca la cantidad de ese tráfico y por primera vez fueron a por nuestros servidores de códigos de acceso de seguidores verificados», se excusó Berchtold.

Joe BerchtoldEFE

«Aunque en ese 'ataque' los robots de internet no penetraran en el sistema de la compañía ni llegaron a comprar entradas», añadió, sí les obligó a «reducir la velocidad e incluso interrumpir las ventas», lo que condujo a la mala experiencia vivida por los consumidores.

«Tal y como dijimos después de la venta y reitero hoy, pedimos perdón a los muchos fans decepcionados y a la Sra. Swift», apuntó el director financiero de Live Nation ante el senador demócrata Dick Durbin, presidente del comité judicial y del resto de legisladores.

Berchtold añadió que pese a que su empresa hace lo que puede contra quienes la toman contra sus sistemas y roban entradas destinadas para los verdaderos seguidores, hay que incrementar las medidas a nivel legislativo.

Prohibición de softwares automatizados

La ley BOTS de 2016 sentó un precedente declarando ilegal el uso de software automatizado en la compra de entradas, pero su prohibición es demasiado «limitada» y debería haber «leyes claras y categóricas que prohíban la multitud de ventas engañosas que son evidentes en sitios secundarios», expuso Berchtold.

Para los legisladores, que consideraron que el dominio de Live Nation Entertainment es un monopolio, el problema radica en la falta de competencia. Según la senadora demócrata Amy Klobuchar, Live Nation copa el 70 % del mercado de conciertos. «Y tal y como comprobaron los aficionados, cuando una empresa no satisface sus servicios hay consecuencias».

Joe Berchtold CFO de Ticketmaster, Jack Groetzinger CEO de SeatGeek Jerry Mickelson, CEO de Jam ProductionsEFE

En su defensa Berchtold alegó que, en 2009, un año antes de que Live Nation se fusionara con Ticketmaster, esta última empresa controlaba más del 80 % de esa industria: «El mercado estadounidense de venta de entradas nunca ha sido más competitivo».