Pablo Navarro: «He llegado a abrir las sesiones de la discoteca donde trabajaba con Händel»
El violinista Pablo Navarro ha sabido dar una vuelta de tuerca a su instrumento y triunfar por todo el mundo con su música
El violín es uno de los instrumentos más bonitos del mundo, también uno de los más desagradecidos en los inicios de su aprendizaje, pero Pablo Navarro supo saltar cualquier obstáculo hasta conseguir que ese violín que le acompañaba a todas partes pasara a ser su modo de vida. El primer contacto que tuvo con este delicado y maravilloso instrumento fue a los 7 años. Fue su padre quien se lo puso en las manos, no sin antes advertirle de que tuviera mucho cuidado. El cuidado lo tuvo y poco a poco fue convirtiendo del violín, su compañero inseparable. Esa compañía dura hasta hoy y le ha acompañado, sin quejarse, por todos los rincones del mundo donde ha tenido la suerte de interpretar su música.
Tras pasar por las mejores orquestas nacionales, comenzó un viaje en solitario a través de la música electrónica, su violín eléctrico y su creatividad a la hora de dar una nueva vida a toda esa música clásica que le ha acompañado a lo largo de toda su vida. Desde Bach, pasando por Händel, llegando a Mozart o al mismísimo Beethoven. Muchos siglos de música estudiados con mucho ahínco que ahora se ven mezclados con la música electrónica.
Pablo Navarro sabe además la importancia que tienen las redes sociales. Malévolas en algunas ocasiones, pero muy importantes para dar a conocer a un público variado todo lo que es capaz de realizar. Este sábado 4 de marzo estará actuando junto a Uzalacaín en La Finca de Pozuelo, Madrid, donde se podrá disfrutar de toda una experiencia gastronómica a la vez que viajamos con su música por todo el mundo. 'Feel the difference' es lo que espera que todos los asistentes vivan en una jornada llena de sorpresas. Pablo Navarro y sus violines tienen todo lo necesario para seguir triunfando.