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Los Beatles en 1963

60 años del primer álbum de Los Beatles, las pinturas rupestres del pop

Please Please Me fue publicado el el 22 de marzo de 1963 y llegó al número uno el 11 de mayo, posición en la que permaneció casi 8 meses hasta que le sustituyó el segundo disco de los de Liverpool

En 1963 no era frecuente que los grupos musicales (no eran frecuentes ni los grupos musicales) compusieran sus propias canciones y las interpretaran. Los éxitos los componían unos y los cantaban otros, como el caso de Sinatra o Elvis (aunque este sí compuso un buen puñado de canciones), quienes hacían versiones de canciones transformándolas con su personalidad y sus voces únicas. Pero Los Beatles no hacían eso. Desde los inicios en los clubes, los de Liverpool por supuesto que interpretaron versiones de sus ídolos, pero sobre todo se propusieron tocar sus temas propios, la mayor razón que les hizo rápidamente especiales.

Please Please Me y Love Me Do prendieron la mecha. Nadie sabía qué era eso. Nadie lo había escuchado nunca del mismo modo que sí habían escuchado el Blue Suede Shoes de Carl Perkins, y luego fue como si oyeran otra canción cuando la cantó Elvis. Please Please Me y Love Me Do fueron el instrumento con el que aquellos cuatro jóvenes con flequillo y traje y corbata inocularon la Beatlemanía en el cuerpo y el alma humanas para lo que ya nadie encontró (ni nadie quiso hacerlo, salvo al principio) una curación. Please Please Me, el álbum, iba a ser grabado en el mítico club The Cavern, donde solían actuar, para mostrar el sonido original, pero finalmente George Martin, el productor (quien tocó el piano en Misery ), decidió alquilar un estudio.

Las grabaciones nada tuvieron que ver con lo que actualmente se conoce. Los Beatles llegaron a los estudios EMI de Londres y se pusieron a tocar igual que en The Cavern y eso fue todo. Nadie apenas «maquilló» nada y solo se hicieron algunas adiciones. Se dejó el sonido en bruto, aunque sí se repitieron las tomas. Diez horas de grabación repartidas en dos días (más uno) en las que se dejó para el final Twist and Shout, la canción de los Isley Brothers en la que John Lennon se desgañitaba (después confesó que aquella grabación «casi lo mata» porque además estaba resfriado) hasta perder la voz. Cantaron Lennon y Paul McCartney como lo hicieron toda la vida, y también George Harrison y hasta Ringo Starr, que interpretó una canción de Las Shirelles.

Please Please Me llegó así, a bocajarro, como transportado desde el sótano del número 10 de Mathew Street, donde Martin y Brian Epstein vieron el cielo abierto al escuchar y observar a aquellos cuatro amigos que componían sus propias canciones, sobre todo, además de interpretar las de otros hasta desgañitarse y hacer que el público se desgañitara con ellos.