New Order y Blur, el pasado que ensombrece al presente en el Primavera Sound

No hay ningún tema mejor que Temptation, por decir uno, en la escena del pop actual. Es un tema prehistórico, pero inmortal como el esqueleto de un mamut. Hay una exposición del mamut en Madrid, y el Primavera Sound es la exposición de New Order que llegó a Barcelona y pronto llegará a la capital, donde Bernard Sumner enseñará el colmillo de Joy División y la electrónica clásica de su grupo heredero como hizo a orillas del Mediterráneo.

Lo de Blur fue por esos lares, un poco más modernos, un poco más de una década de juventud, que para el caso, cuarenta y treinta años de carrera, respectivamente, es lo mismo: hacer palidecer la música actual con un repertorio legendario.

Love Will Tear Us Apart cerró una actuación «incerrable» de los de Manchester, porque da igual cuántos años tenga Sumner (y Morris y Gilbert, los otros dos supervivientes originales) para volver a poner en el candelero Blue Monday, ¡Ceremony! o Bizarre Love Triangle.

Para los de Londres tampoco han pasado los años, aunque nunca se han separado de verdad (tienen próximo nuevo disco: The ballad of Darren, que saldrá a la venta el próximo 21 de julio). De hecho, venían de tocar unos pocos conciertos para desperezarse y triunfar en España en una noche en el tiempo post-punk y brit-pop.

Una mezcla fantástica. Todo el arsenal de Blur resonó en la madrugada para dejar muy pequeños, junto a las hordas musicales de New Order. casi como las invisibles estrellas de la madrugada catalana, al resto de artistas de la noche.