Los incombustibles Depeche Mode firman el mejor concierto del estreno del Primavera Sound Madrid
La banda inglesa ha reinado en el recinto de Arganda del Rey ante los miles de asistentes al festival de alma catalana
Con alguna nube en el cielo, pero sin riesgo elevado de precipitaciones, comenzaba -por fin- la primera edición del Primavera Sound Madrid. Han sido muchos meses de trabajo que por culpa de la lluvia se vieron truncados en la jornada del jueves, pero ya lo decía aquel -creo recordar que Melendi- 'después de una tormenta siempre llega la calma'. La calma llegó, pero la meteorológica únicamente, porque los niveles de adrenalina de los miles de asistentes al festival de Arganda del Rey estaban disparados. Y es que los festivales son eso, jornadas vibrantes en las que la música entra por las venas y se va diluyendo de escenario en escenario. Hipnotizándonos con nuevos sonidos que se mezclan con los escuchados hasta la saciedad, pero que es imposible que no nos emocionen.
Y algo así es lo que ha pasado con el estreno del Primavera Sound en Madrid. Grandes nombres emergentes y consolidados se han dado cita desde las 17.30 h por los 12 escenarios que nos podemos encontrar en el festival: Carlota Flanëur, Ani Queen, Beth Orton, Soul Glo o Baby Keen, entre muchos otros, eran los elegidos para abrir boca de los platos fuertes del festival. Digo platos, aunque realmente lo que hemos presenciado de Depeche Mode ha sido un menú completo: entrante, principal y un postre final inmejorable.
Con media hora de retraso, algo poco habitual teniendo en cuenta los horarios apretados de un festival, los ingleses saltaban al escenario Santander y lo hacían además con el recién estrenado Memento Mori, el primer álbum que Dave Gahan y Martin L. Gore publican como dúo, sin el desaparecido Andrew Fletcher, al que han querido rendir homenaje proyectando una foto suya de joven mientas Dave le dedicaba la canción que compuso para él. Además de los temas de su nuevo álbum y de aquellos singles que les han acompañado a lo largo de sus más de cuatro décadas de vida, hubo un bis muy especial y como ya he comentado en más de una ocasión, sin bis no hay buen concierto. De hecho, en un festival es poco frecuente, pero la banda de new wave, la banda de rock alternativo, la banda creadora de la mejor música electrónica, la banda de los bailes imposibles y los estilismos estridentes a la vez que góticos y con toques glam, nos regaló un último coletazo con temas como Personal Jesus o Just Can´t Get Enough. Y el público terminó de enloquecer. Las miles de personas agolpadas en uno de los escenarios principales de la Ciudad del Rock se rindieron ante los zapateaos que se atrevieron a bailar los ingleses y que pudimos disfrutar, la gran mayoría, a través de unas pantallas gigantes con una calidad de imagen impresionante y con una realización digna de premio. Las pantallas gigantes a los lados facilitaban que los que habíamos llegado un poco justos de tiempo-el recinto no está cerca, pero de eso hablaré más adelante-, pudiéramos también vivir la sensación de las primeras filas e incluso ver de manera más nítida los eclécticos estilismos con sus inconfundibles chalecos y los brocados de sus estampados. Depeche Mode son el espejo en el que todos los artistas del Primavera Sound deberían mirarse y preguntarse si alguna vez podrán ser una décima parte de lo grandes que son los ingleses.
Depeche Mode son el espejo en el que todos los artistas del Primavera Sound deberían mirarse
Con los ánimos y las ganas de seguir por las nubes esperamos dos minutos y fue el turno del rapero Kendrick Lamar, que si bien tenía fácil el 'lleno absoluto de su concierto' porque justo en el escenario de al lado había actuado Depeche Mode, puso a todo su público en pie desde el primer acorde creando también una atmósfera increíble con un estilo completamente diferente. Con el rap por bandera aglutinó a miles de personas que coreaban sus rimas en inglés, mientras que un jovencísimo 'Nation of Language' buscaba atención para demostrar que no solo es joven y tiene una carrera inmensa por delante, sino que además es un magnífico compositor con una voz envidiable. ¿El descubrimiento del Primavera Sound Madrid 2023? Aun con la segunda jornada por celebrarse, sí.
Tras los conciertos de rock de todos los estilos habidos y por haber, con jóvenes promesas y veteranos intachables como los Bad Religion, llegó la electrónica. También en todas sus versiones y también para todos los gustos. Son 12 escenarios que casi ininterrumpidamente nos regalan momentos de música en directo. Lo que no nos ha regalado el festival, y no puedo despedirme sin comentarlo, es el tiempo. Tiempo tan valioso que hemos perdido en la primera jornada metidos en un taxi o en los insuficientes autobuses lanzaderas. Aunque el recinto es grande y accesible, está muy lejos. Mucho. El hecho de tener que pagar más de 90 € por un taxi desde el centro de la capital o esperar horas a que un autobús te lleve al centro, da que pensar. Aunque de momento lo que toca es dormir, reponer fuerzas y afrontar la segunda y última jornada del festival con una sonrisa y muchas ganas de bailar hasta el amanecer.