Nadine Sierra cancela por sorpresa su actuación en la «Turandot» del Teatro Real

Los aficionados a la ópera madrileños, y quienes pensaban viajar hasta aquí para disfrutar del acontecimiento, tendrán que aguardar tiempos mejores. La soprano Nadine Sierra, una de las escasas, verdaderas estrellas de la ópera de nuestros días, acaba de anunciar que cancela su participación en la producción de Turandot de Giacomo Puccini que cerrará la presente temporada del Teatro Real madrileño, el próximo mes de julio. La suspensión afecta también de lleno a las funciones previstas en el Festival de Música de Granada, que tenía previsto repetir la misma producción con idéntico elenco en la cita andaluza.

La propia Nadine Sierra (Fort Lauderdale, 1988), a través de un mensaje personal en las redes sociales, se ha encargado de anunciar su decisión, que seguramente supondrá un varapalo para su legión de seguidores. La soprano norteamericana tenía que debutar el significativo rol de Liú, para el que Puccini escribió algunas de sus mejores arias, en Madrid. Pero ya no podrá ser. La cantante se retira de los escenarios durante los próximos dos meses, al menos, para descansar. Su decisión afecta básicamente a sus compromisos veraniegos en España.

Durante sus últimas actuaciones, unas recientes funciones de Rigoletto de Verdi en la Staatsoper de Berlín, Sierra habría sentido, por primera vez en su carrera, «preocupantes signos de fatiga» que derivaron en puntuales pérdidas de memoria en el escenario. «Conozco a Gilda –el personaje femenino principal de la ópera de Verdi– como la palma de mi mano, y de repente comencé a olvidar algunas de mis líneas, algo que nunca me había pasado», ha confesado la artista.

Sierra aprovechó un reciente viaje a Florida, donde nació y vive su familia, para ver a su doctora de cabecera. «No hay nada malo en mis cuerdas vocales, ni nódulos ni nada parecido. Pero simplemente debo parar y descansar», ha dicho. La artista debería comenzar ya los ensayos de Turandot, en Madrid, donde esta misma temporada protagonizó uno de sus mayores éxitos recientes interpretando la protagonista de La Sonámbula, al lado del tenor donostiarra Xabier Anduaga. Su enorme triunfo personal en aquellas representaciones de la ópera de Bellini sirvieron para poner todo el foco sobre la cantante, con vistas a su esperado debut en la última ópera de Puccini.

El Teatro Real aún no ha anunciado aún quién será su sustituta para las funciones previstas entre el 3 y el 22 de julio. De momento, esta mañana, el nombre de Sierra sigue figurando en la página web del Real como la Liú del primer reparto. La soprano norteamericana actuó por última vez en España durante las funciones de Manon de Massenet que el Liceo ofreció esta primavera. Y tiene previsto volver en otoño, esta vez para inaugurar la temporada bilbaína con Romeo y Julieta de Gounod, si ese compromiso no resulta afectado ahora por la decisión de hacer una pausa en su carrera.

Sierra, visiblemente emocionada al comunicar este parón, se refirió también a la necesidad de «normalizar» este tipo de decisiones entre los cantantes jóvenes. «Somos seres humanos a los que nos afecta todo. Me encantaría ser una súper mujer, súper Nadine, pero no lo soy», ha dicho antes de despedirse de sus seguidores, a los que agradeció su comprensión en estos momentos.

Desde su temprana aparición en los escenarios, bajo la guía de su principal mentor, el director de orquesta, pianista y coach Kamal Khan, Sierra se ha convertido en una de las artistas favoritas del público de todo el mundo, a través de sus constantes apariciones en giras de conciertos y óperas en los principales escenarios internacionales. En la actualidad, es una de las estrellas con más tirón entre el público del Metropolitan de Nueva York, a donde tiene previsto regresar la próxima temporada. Madrid tendrá que esperar al menos dos años o tres más para volver a disfrutar de su talento en una ópera. De momento, regresará con un concierto en compañía de Pretty Yende.